David Bowie figura en ese restringido grupo de intérpretes de música popular cuya proyección artística, más allá del propio horizonte musical, abraza y transciende múltiples disciplinas y formas de expresión. Bowie, a lo largo de cinco décadas, recoge para su música y performances, siempre desde una actitud rupturista e innovadora, las vanguardias artísticas, el mundo de la moda y su lado más fantástico y teatral, las diversas corrientes de la cultura y el pensamiento contemporáneo, y al mismo tiempo, deja su huella en todos estos territorios como poso creativo y referencial. Medio siglo de creación y música en el que el cantante construye, desde esa reinvención o personaje mutante, una deslumbrante y poderosa carrera musical y artística truncada por su muerte en el año 2016, que ha acabado señalando la segunda mitad del siglo XX.

La exposición David Bowie Is recorre la centelleante carrera de un creador siempre caminando en los límites de la creación y experiencia artística, desde los primeros años, un joven llamado David Robert Jones en medio de la explosión de los años sesenta, su transformación en David Bowie, el músico espacial que toma su nombre en homenaje al protagonista de 2001 Odisea del espacio, hasta la estrella llena de glamur y fascinación aclamada en los cinco continentes. Abanderado del glam-rock, Bowie proyectará su imagen andrógina como símbolo de una sexualidad mucho más abierta y libre que acabará influyendo en la sociedad.Más visitada

Producida por el Victoria and Albert Museum de Londres, la mostra abría sus puertas en la primavera del 2013 convirtiéndose en la exposición más visitada de toda la historia del museo. Clave del éxito ha estado la colaboración de David Bowie Archive, que ha abierto sus puertas facilitando sus fondos para la realización de la exposición. Cerca de 300 objetos, entre fotografías, portadas de discos, vestuarios de espectáculos y giras internacionales, diseños de escenografías, manuscritos originales y otros documentos y objetos para la muestra más importante y completa realizada hasta el momento sobre el cantante. Cultivador infatigable de su imagen y gran manipulador iconográfico, Bowie irá tejiendo una serie de personajes paralelos a manera de alter ego señalados por su fantasía, barroquismo y extremada estilización, ya sea el músico de aires andrógino de la portada de Hunky Dory que parece emular las estrellas del Hollywood de los años treinta, el Ziggy Stardust y los bodies diseñados por Freddie Buretti, las portentosas creaciones de Kansai Yamamoto para la gira de Aladdin Sane o el dandy bajo la sombra de El Duque Blanco.Colaboración

Artista inquieto, Bowie encontrará para sus sucesivas creaciones la colaboración de fotógrafos, ilustradores y diseñadores gráficos como Brian Duffy, Terry O’Neill, Masayoshi Sukita, Guy Pellaert que colaboran decisivamente a su proyección icónica. Arropada con un gran despliegue tecnológico, la exposición permite a los fans del cantante sumergirse en los mundos sonoros y visuales del músico que señalan los diversos territorios artísticos experimentados por el músico.

Artista innovador e icono cultural, Bowie colabora con diseñadores y músicos, influenciando a creadores como Jean Paul Gaultier, Alexander McQueen o Hedi Slimane. Sobre la escena o en la pantalla prolonga su estatus de creador experimental, dejando una herencia rubricada por títulos como El hombre elefante, su debut teatral en Broadway, El hombre que vino de las estrellas de Nicolas Roeg o Feliz Navidad, Mr Lawrence a las órdenes de Nagisa Oshima, dos de sus interpretaciones más celebradas. La exposición desembarcó esta semana en Barcelona despues de haber sido vista en Londres, Toronto, Sao Paulo, Berlín, Chicago, Paris, Melbourne, Groningen, Bolonia, y Tokio, un recorrido que pone de relieve la proyección internacional de la obra del músico y su radical contemporaneidad.