El entramado de "la rueda" de las televisiones, una red "fraudulenta" para el cobro de derechos de autor, podría haber recaudado anualmente 50 millones de euros, según ha dicho hoy a EFE Antón Reixa, que fue presidente de la SGAE "hasta que denunció", en 2013, esta práctica.

La Policía Nacional ha requerido hoy a varias televisiones nacionales y autonómicas y a la SGAE información sobre "la rueda", dedicada "a la creación de música de baja calidad, registrando falsos arreglos sobre obras musicales de dominio público y titularizándolas a nombre de testaferros y empresas editoriales" para emitir en las cadenas de madrugada.

Reixa achacó en 2013 su cese a este "complejo" problema, que denunció aquel mismo año ante la Fiscalía anticorrupción un grupo de autores y por el que él declaró en calidad de testigo ante la Sección de delitos contra la propiedad intelectual, ha recordado el cantante.

"Lo que es paradójico es que todo arranca de la misma documentación que yo presenté en el Consejo de la SGAE en marzo de 2013 en la que analizaba lo que era 'la rueda' y apuntaba a quienes eran sus principales responsables. Estas investigaciones son muy largas, pero supongo que sale ahora porque están saliendo todas las tramas de corrupción", especula.

Cuando él presenta el informe al Consejo de la SGAE, asegura, se encuentra con que "muchos miembros" tenían "directa o indirectamente" intereses en "la rueda", así que, admite, tenía "muy difícil" que se hiciera algo.

En opinión de Reixa, la SGAE, que él presidió durante un año, hasta su cese en julio de 2013, debería haber puesto en marcha sus mecanismos internos para "limpiar" aquello y "ni lo hizo ni lo ha hecho".

"Ningún autor de aquellos ha sido sancionado por la SGAE, teniendo como tiene un reglamento interno que puede hacerlo. Tendrían que haber sido ellos quienes lo pusieran en conocimiento de la fiscalía", afirma.

Un mecanismo complejo

En aquel entonces se filtró una "lista de implicados", entre los que aparecían un productor de "La Voz" que había registrado 11.000 obras en 5 años o la madre de otro que desde 2007 había inscrito 275 obras sinfónicas, recaudando el triple que Pablo Alborán con música apenas audible como fondo de programas emitidos de madrugada.

"Podría estar frotándome las manos, pero lo lamentable es que haya sucedido teniendo los elementos suficientes para resolverlo", lamenta.

El mecanismo de "la rueda", indica, es "complejo", porque no se trata solo de "falsear arreglos" en piezas del repertorio sinfónico, ya de uso libre, sino de que autores contemporáneos no perciben sus derechos reales porque los "productores/intermediarios" les quitan lo que les corresponde.

"La rueda" supone que la cadena de televisión "se lleva el 50 % de lo que se percibirá por derechos de autor"; y el "productor", el otro 50 %, del que le da un 20 % al compositor, que acepta el acuerdo porque "es mejor eso que nada. Son autores cautivos", subraya.

Luego, el "productor" inscribe en la SGAE esa obra como propia "y nadie pregunta", aunque sean "miles y miles" en un plazo de tiempo muy corto: "Es un volumen de dinero tan grande que se cuenta en millones de euros. Yo calculo que supone entre el 20 y el 25 % del total de la SGAE, con unos 50 millones al año", asegura.

Para Reixa, "lo fundamental" es que esa irregularidad hace "un daño gravísimo" a los autores y abre una brecha enorme entre autores ricos y pobres y una distorsión en el mercado internacional, por no hablar de que quienes más recaudan "son los que más votos tienen" por un sistema de voto ponderado "y pueden tener el control de una directiva".

"Me consta que en algunos canales de televisión ya lo controlan, pero en otras va en auge. Lo que está claro es que la práctica que a mí me costó el puesto sigue viva", añade.