Cuenta con amargura el veterano compositor estadounidense David Shire que el director de Norma Rae (1979), cortó la mayoría de la banda sonora que había compuesto para la película, y por eso fue para él una sorpresa ganar el Oscar a la mejor canción original. Shire todavía se lamenta de que Martin Ritt, que dirigió aquel filme, cortara su música «en el momento más emocionante de la película», como señaló ayer en un encuentro con el público dentro del segundo festival internacional de música de cine Movie Score Málaga (Mosma), organizado por el Festival de Cine en Español. Relata que, inicialmente, le pidieron que compusiera una canción para que fuera interpretada por un cantante de country, y así lo hizo. Sin embargo, los cantantes estadounidenses de country suelen escorarse políticamente a la derecha, y el que iba a cantar su pieza, al ver la película protagonizada por una sindicalista, rechazó participar en el proyecto. Ello obligó a David Shire a escribir en solo una semana la que después sería la canción ganadora del Oscar, algo que califica como «un golpe de suerte».

A sus 80 años recién cumplidos, David Shire sigue en activo disfrutando de su trabajo y, como despedida, advierte: «Seguiré componiendo hasta que me descomponga». Mientras sigue firmando partituras para nuevos títulos, ayer recordó muchos de sus grandes éxitos. Como Manhattan Skyline, que creó para la película Fiebre del sábado noche (1977) después de haber escuchado mucha música disco de la época para imitar su sonido característico, y el resultado fue un disco que resultó «muy lucrativo», como admite el compositor.

También creó la música de una película emblemática como Todos los hombres del presidente (1976), que narra la investigación periodística que desembocó en la dimisión del presidente Nixon. Shire apunta que en esta película hay «muy poca música y comienza a los cuarenta minutos de metraje», porque él la veía «como un documental que no necesitaba música». Sin embargo, el director, Alan J. Pakula, le dijo que la música serviría precisamente para recordar al espectador que no era un documental, según Shire, que tenía la sensación de estar participando «en algo grande, que trascendería» por relatar el caso Watergate, y cree que esa escasez de música impidió que pudiera ganar el Oscar por esta película.

Además de su trabajo en el cine, la televisión y los musicales de Broadway, David Shire fue durante muchos años el pianista de la cantante y actriz Barbra Streisand. Cuando se le pregunta cómo se trabaja con Streisand, lo primero que responde es «con cuidado», pero a continuación añade que tiene «unos estándares de calidad muy altos» y es «muy exigente» consigo misma y con quienes le rodean y nunca se conforma con hacer lo mismo, por lo que finalmente el resultado es «muy bueno».