El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa ha conversado este jueves con el escritor Carlos Granés sobre cómo fue su relación personal y profesional con el también Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.

Mario Vargas Llosa ha descrito a su coetáneo como una persona locuaz, divertida, y que más que un intelectual, "era un verdadero artista, un poeta". "Él no era capaz de explicar su talento, funcionaba mediante la intuición, el instinto, no pasaba por lo conceptual, tenía una disposición extraordinaria para acertar con los adjetivos, los adverbios y con la trama".

En este sentido, el autor de 'Los Cachorros' ha señalado que García Márquez "tenía una complejidad intelectual extraordinaria" y que, en muchas ocasiones, él no "era consciente de su magia a la hora de componer sus historias".

La relación entre ambos escritores comenzó a forjarse en 1967, año en el que se publicaba la obra de García Márquez 'Cien años de Soledad". No obstante, el Nobel peruano ha apuntado que aunque se conocieron en persona en el aeropuerto de Caracas ese mismo año, él ya había leído su obra a principios de los sesenta cuando trabajaba en la Radio Televisión Francesa, en un programa de literatura.

"De esa manera descubrí a Gabo, después alguien nos puso en contacto y empezamos a tener una correspondencia muy intensa en la que nos fuimos haciendo amigos antes de vernos las caras, hablábamos sobre proyectos literarios, sobre lo que leíamos y habíamos escrito", ha añadido el escritor."Descubrí que era latinoamericano en Francia"

Tras su encuentro en el aeropuerto de Caracas el contacto y la simpatía fue recíproca. Ambos establecieron una relación de amistad, que nació, ha explicado Vargas Llosa, "de las grandes similitudes" que ambos escritores poseían. Asimismo, Llosa y Márquez descubrieron cómo otros escritores latinoamericanos, independientemente de sus países de origen pertenecían a una patria común, que hasta entonces no habían conocido porque la comunicación en América Latina era mínima, "no se sabía siquiera qué pasaba en la literatura de los países vecinos". "No sé si él diría lo mismo, pero yo descubrí que era latinoamericano en Francia", ha añadido el Nobel.

"Cuando Europa descubrió la literatura latinoamericana fue una sensación enriquecedora, que nos acercó mucho a los escritores y que fue una razón por la que nuestra amistad fue tan estrecha y tan cálida", ha señalado el escritor peruano.

Preguntado sobre cómo fue leer 'Cien años de Soledad', Vargas Llosa ha explicado que leer la obra fue una experiencia "deslumbrante" y sobre la cual inmediatamente escribió un artículo en el que mostró que ese libro estaba lleno de "atractivos" tanto para un lector culto y exigente, como para aquel lector elemental que solo sigue la anécdota y no se interesa por la lengua o por la estructura de una historia. "Tenía elementos satisfactorios para cada uno de los lectores", ha matizado.

"Tras el distanciamiento, jamás volví a estar con él"

No obstante, la revolución cubana hizo que ambos escritores tomaran diferentes posiciones al respecto y que se generase un distanciamiento que acabaría con su relación de amistad. "García Márquez tenia sentido practico de la vida, descubrió en ese momento que era mucho mejor para un escritor estar con Cuba que estar contra Cuba, el se libró del baño de mugre que recibimos después todos los críticos", ha añadido.

Con todo, y tras explicar las diferentes ideas que tomaron cada uno con la revolución cubana, el escritor peruano ha dicho que tras "el distanciamiento, nunca tuvo contacto con él y jamás volvió a estar con él".