Han Solo ha salido airoso de multitud de situaciones imposibles. Ha estado a punto de morir aplastado en el triturador de basura en la Estrella de la Muerte, ha sobrevivido a la congelación en carbonita y ha evitado ser devorado por el monstruo de las arenas Sarlacc, que, como describía C3PO, mantiene a su presa viva en el estómago durante mil años haciéndole sufrir un tormento indescriptible. Sin embargo, todo esto parecen minucias comparadas con la cantidad de problemas que está teniendo el icónico contrabandista espacial de la saga "Star Wars" para sacar adelante su película en solitario.

Los planes de Disney, la compañía que tiene los derechos de la franquicia creada por George Lucas, incluyen nuevas películas con las que exprimir a una gallina de los huevos de oro que cuenta con legiones de seguidores de diferentes generaciones en todo el planeta. Así, la clásica historia ubicada «en una galaxia, muy, muy lejana» se expande con el Episodio VII: el despertar de la Fuerza, estrenado en 2015; el Episodio VIII: el último Jedi, que llegará en diciembre de este año; el Episodio IX, todavía sin título, que se estrenará en 2019 y diferentes spin-off (historias basadas en personajes de La guerra de las galaxias), como la próxima cinta de Han Solo o la aclamada Rogue One, que se estrenó el año pasado.

En 2018, el estudio tiene previsto lanzar la cinta que contará los orígenes del piloto del Halcón Milenario y cómo comenzó su eterna amistad con el wookie Chewbacca. Un rodaje que se ha convertido en una carrera contra reloj por los diferentes problemas internos que han surgido durante su desarrollo. Hace apenas un mes el filme se quedó sin directores por las enormes diferencias creativas que existían con la productora. Los elegidos para sacar adelante este proyecto eran Phil Lord y Chris Miller (Infiltrados en clase y Lego. La película). Los cineastas estaban dando un giro humorístico a la cinta que no gustaba ni a productores ni a intérpretes, según revelaba una fuente cercana al rodaje. También se les echó en cara la escasez de planos a la hora de sacar adelante una escena. La fuente apuntaba que Lucasfilm suele trabajar con aproximadamente quince planos de cámara para facilitar posteriormente el montaje. Pero el dúo de directores sólo rodaba entre tres y cinco, una medida que molestaba notablemente a los mandamases. Como guinda, «invitaban demasiado a la improvisación» del reparto durante el rodaje, algo que enfurecía al coguionista del spin-off Lawrence Kasdan, quien continuamente se quejaba de la situación a los directivos.

La «creatividad» a la hora de rodar una escena choca directamente con la forma de trabajar de la Disney, que, como ya ha demostrado en otras grandes producciones de Star Wars y de Marvel (también propiedad de la poderosa productora), exige que se siga el guión a rajatabla y se cumplan los horarios para llegar a tiempo a la fecha de estreno programada.

Testigo

El testigo de la dirección lo ha tomado (de momento) un peso pesado como Ron Howard. El director de Una mente maravillosa y El código Da Vinci tiene la difícil misión devolver el proyecto a la buena senda y encandilar a los fans con una historia de Han Solo sin Harrison Ford. La enorme responsabilidad de dar vida al canalla galáctico ha recaído sobre Alden Ehrenreich , un rostro joven (visto en la ultima cinta de los hermanos Cohen) que también ha tenido sus problemas en el set. Según revela "The Hollywood Reporter", Lucasfilm ha contratado a un entrenador personal (o "coach", en inglés) para que ayude a Ehrenreich en su interpretación, puesto que no está a la altura de lo esperado. Una práctica habitual en la fase de preproducción, pero muy extraña en pleno rodaje.

Para colmo, hace tan sólo unos días se anunció un despido más. Se trata de Chris Dickens, el encargado de montaje del filme, quien ha sido sustituido por el ganador del Oscar Pietro Scalia (Gladiator), responsable de la reciente Alien: Covenant.

El reparto de la cinta lo completan Donald Glover, como Lando Calrissian; la madre de dragones de Juego de tronos, Emilia Clarke, y Woody Harrelson, aunque sus personajes todavía no han sido revelados.

Por el momento es difícil saber si esta película va a triunfar como Rogue One o a convertirse en uno de los grandes fracasos de la saga. Al fan incondicional le es muy difícil concebir a un Solo que no sea Ford y más aún (alerta: spoiler) después del enfado que supuso conocer el lamentable destino que le aguardaba a este personaje en el Episodio VII: el despertar de la Fuerza. Tanto si tiene éxito como si no, lo que está claro es que la película en solitario de Han Solo ya forma parte de la historia del cine por tener uno de los rodajes más mediáticos y difíciles de los últimos años. Que la Fuerza los acompañe.