Ha sido el único malagueño presente en la temporada taurina de Sevilla y hoy mismodebutará en Madrid, en la plaza de toros más importante del mundo, Las Ventas. Para este joven de 24 años su presencia en el cartel madrileño es «un sueño hecho realidad».

Antonio Santana Claros supo desde niño que su destino iba de la mano de la tauromaquia. Con tres años provocaba ya la sorpresa en su guardería donde daba sus primeros pases, y con nueve se puso delante de una becerra. Diez años después estaba en Algeciras debutando con picadores. Y ahora su carrera parece haber tomado mayor velocidad.

Aunque su tío materno, Curro Claros, fue un matador de toros y, más tarde, subalterno muy conocido de Fuengirola, Santana Claros reconoce: «Me corre por la sangre pero no es algo que me hayan inculcado».

Se parecen bastante, sin embargo, el ya experto nunca ha querido que su sobrino se dedicase a una profesión tan dura por el sacrificio que requiere y los riesgos que afrontan. «A José Tomás lo admiro en su ética, en su verdad y en su ejemplo», dice el fuengiroleño asegurando que el de Galapagar, Antonio Ordóñez o Pepín Martín Vázquez lo «cautivan» aunque admite que, debido de la admiración que tiene por todo aquel que es capaz de ponerse delante de un toro bravo, la clave está en saber beber de todos ellos y potenciar su personalidad con un gusto propio, siempre mostrando lo que le nace.

Su presencia en la pasada Feria de Málaga parece no haber dejado indiferente a nadie. Desde entonces ha conseguido estar presente en La Real Maestranza de Sevilla, uno de los grandes escenarios del mundo taurino, donde fue ovacionado: «Tenía una explosión de emociones a la vez que no sabría describir», recuerda el fuengiroleño. Algunos momentos de esa tarde no los va a olvidar en su vida, por muchos años que pasen, asegura: «Cuando conseguía controlar las embestidas y templar notaba que el público conectaba, eran momentos en los que me sentí muy a gusto». Pero el de Fuengirola sigue con los pies en la tierra y asegura que «siempre se puede hacer mejor, por muy bien que uno esté».

Acaba de anunciar que repite en los festejos malagueños de agosto y declara estar «muy contento por aparecer en tres plazas de tanta importancia» como son Las Ventas, La Real Maestranza de Caballería de Sevilla y la plaza de toros de La Malagueta.

Con esa misma sensación se enfrenta a su próxima corrida, en una plaza en la que ha estado muchas veces pero siempre desde el tendido, como un aficionado más.

Hoy, por primera vez, pisará el albero venteño con un objetivo en mente: «Hacer lo que sé hacer, aunque tengo que seguir aprendiendo y evolucionando, voy a dar todo lo que tengo». Y con esa pureza espera encajar con el exigente público madrileño.

Aunque afronta la tarde del domingo de forma muy positiva sabe que «por muy preparado que estés, cuando acudes a una plaza lo único que sabes es que vas». El diestro comparte cartel con otros dos novilleros: Daniel Crespo y Jesús Enrique Colombo.Estilo

A Santana Claros no le gusta definir su estilo, prefiere que sean los demás quienes juzguen su personalidad en la plaza: «De lo único de lo que estoy seguro es de que lo hago con sentimiento».

Este fuengiroleño de 24 años admite no tener ningún ritual antes de saltar al ruedo, es algo de lo que se ha mentalizado durante toda su vida y es algo que sigue haciendo, así que ese mismo día pasea, duerme o hace lo que más le apetezca.

No quiere pensar en el futuro, le gusta más ir paso a paso, disfrutar y resolver todo lo que le está trayendo esta temporada. «No me gusta esperar de más, yo no le puedo pedir nada a la vida, me lo tengo que ganar yo», aunque confiesa humildemente: «Si las cosas van saliendo como yo quiero, seguro que algo bueno vendrá».

De lo que si está seguro es de que ésta es una profesión que se mantendrá por «los valores que tiene, en ningún espectáculo hay tanta verdad como en el toreo». Y afirma, rotundo: «Hay un toro bravo que se entrega embistiendo y un hombre que se entrega a esa bravura». «Es el único acontecimiento en que se justan heroicidad, arte y espectáculo», resume. «Cuando veo a gente de mi generación, gente con mentalidad evolucionada que tiene esa sensibilidad para captar lo que es la tauromaquia, veo que el futuro es muy grande», reflexiona optimista Santana Claros. Y él quiere sumar, aportar para ese futuro.