El malagueño Pablo Alborán regresará del autoimpuesto hiato en su carrera no con una sino con dos canciones, 'No vaya a ser' y 'Saturno', dos temas que, al parecer, mostrarán facetas diferentes pero complementarias del cantante y compositor: una, más en la línea íntima y sentimental con la que se le asocia hasta ahora; otra, mucho más sensual y colorista.

"Nervioso porque se acerca el momento de que escuchéis los dos primeros singles", ha escrito Alborán (Málaga, 1989) en sus perfiles de Twitter e Instagram, un mensaje que acompaña de los nombres de estas nuevas canciones que lanzará el 8 de septiembre.

La portada de 'No vaya a ser', desde luego, invita a pensar en cambios en la música del malagueño: muestra una camisa de motivos tropicales, muy colorida y una guitarra también de un tono llamativo (poco que ver con el look, digamos, otoñal, de cantante y compositor algo tímido y poco lanzado en esto de la moda de sus primeros trabajos). Además, de fondo, detrás de Alborán, una pared que también destaca por su cromatismo.

"El disco tiene tantos colores y elementos de tantos lugares del mundo...", dejaba caer Pablo recientemente. Pero aún hay más, ya que el artista insinuó que su próximo álbum tendría un sonido más tropical y moderno: "Hay algo especial cuando combinas Colombia, España y Jamaica". Además, Alejandro Sanz contó en su perfil de Instagram que había tenido un fructífero encuentro con el artista: "Ayer estuve con mi Pablo Alborán escuchando su nuevo disco... Maravilloso lo que nos trae".

Hay ganas de Alborán: estas dos nuevas canciones llegarán después del estreno de 'Terral', tres años atrás, un disco de gran éxito acompañado de una gira nacional e internacional, Tour Terral, de la que salió un álbum en directo. Tras recibir tres nominaciones a los Grammy Latinos, el cantante anunció en 2015 un parón sabático: "He dado todo en estos cinco años y lo seguiré dando, pero en este momento necesito recuperar algo que aún no he creado, una vida. Una vida fuera de los escenarios y las cámaras. Me hace falta descansar", escribió en diciembre de 2015 para pasmo de sus seguidores. Los mismos que hoy están impacientes por escuchar el resultado de esta especie de exilio interior de Pablo Alborán.