Hace ahora un año el poeta malagueño David Leo García hizo historia de la televisión: logró 1,86 millones de euros al completar el bote de 'Pasapalabra', una de las cantidades más grandes jamás ofrecidas por un concurso en nuestro país. Este jueves por la noche, doce meses después, el escritor, residente en Barcelona, se ha convertido en el campeón de campeones del programa presentado por Christian Gálvez: para celebrar los 10 años en antena en Telecinco el show ha organizado una especie de Champions League entre comunidades autónomas (cada región representada por un concursante elegido en un cásting) y García, portando la bandera de Cataluña, se coronó en la final, derrotando a la muy popular Lilit Manukyan, representante de Valencia. Otros 100.000 euros para la saca del malagueño.

"Otros se lo merecían más que yo", nos dice García, satisfecho con su participación y que, sobre todo, quiso destacar los méritos de Manukyan: "Su fallo en Despeñaperros (ella, armenia, dijo "Despeñadero"), decantó mucho la balanza en mi favor".

A David Leo García (recordemos, el autor más joven en ganar el prestigioso Premio Hiperión de Poesía, con 17 años) le pirran los concursos de televisión: antes de doctorarse en popularidad en 'Pasapalabra', participó en 'Avanti', 'Cifras y letras', 'Gafapastas' y, muy especialmente, 'Saber y ganar'. «Me gustan mucho los concursos de la televisión. Sirven para darme vidilla y, claro, también dinero», suele responder cuando se le pregunta por su filia catódica. De hecho, nada más ganar el bote de Pasapalabra el año pasado, preguntado por futuras participaciones en concursos, respondió: "Es pronto para decidirlo, pero seguramente sí. Mi madre me dice «hijo, siempre tienes que estar entretenido con algo». Así que no muy tarde me buscaré una meta con la que atormentarme y disfrutar".

Detrás del indudable talento y rapidez mental del filólogo malagueño hay muchas, muchísimas horas de estudio y de un empeño personal inquebrantable. "Hace un par de veranos tuve una reveladora conversación con mi madre, en la que ella me alentaba a buscar de una cochina vez un trabajo como Dios manda. Yo le procuré explicar que Pasapalabra era mi plan A y que, si fracasaba, ya me buscaría la vida de otra forma. La verdad es que me veía con más posibilidades en el concurso que en el mercado laboral, donde nadie quería contar conmigo ni para pasar lista. Ya llevaba un tiempo pensando en ir a Pasapalabra, viéndolo cada día y entrenando; pero a partir de entonces lo tomé como mi única ocupación, registrando obsesivamente todo lo que preguntaban y buscando patrones estadísticos para estudiar los campos más frecuentes. No sé si merezco el resultado, pero por lo menos desde luego que le he echado ganas", nos contó García hace unos meses. Tan autocrítico es que dice que sus 109 participaciones en el programa de Telecinco son, en realidad, 108 fracasos y un triunfo.

'Pasapalabra' le planteaba el reto, dice, de ser una mezcla entre Usain Bolt y Martín de Riquer. Este jueves, tras haber ganado en una competidísima liga con concursantes tan talentosos y queridos como Sebastián Cárdenas, Jero Hernández y Lilith Manukyan, David Leo García ya es el campeón de campeones, el mejor amigo de las palabras.

Quizás ahora David Leo García pueda tener más tiempo para finalizar ese poemario que lleva "a medias" ya un cierto tiempo y que, cómo no, tiene en su relación con las palabras su epicentro emocional: "Las horas de estudio para 'Pasapalabra' han sido una fuente de placer y de descubrimiento continuo, pero también una imposibilidad de desconectar, dado que el pensamiento se conforma de ese mismo lenguaje y las palabras acaban revoloteando sobre mi cabeza como aves rapaces. Precisamente, el libro de poemas que estoy escribiendo trata de cómo el lenguaje participa de las dos condiciones a la vez; "alianza y condena", como escribía Claudio Rodríguez".