En la novillada con picadores de la pasada Feria de Málaga actuaban cuatro fuengiroleños. La Villa Blanca, desde tiempos de Miguel Márquez o Antonio José Galán siempre ha sido tierra de toreros, y abundan los jóvenes que buscan la gloria en el ruedo. Entre esos cuatro, destacaba uno que se alzaba triunfador al pasear la única oreja de ese festejo.

Juan Carlos Benítez va a recoger el premio al esfuerzo con su participación en la corrida de feria de su pueblo. Por primera vez este domingo hará el paseíllo en esa plaza en la que se forjaron sus sueños, y además acompañado por dos matadores de toros como son Manuel Díaz ´El Cordobés´ y David Fandila ´El Fandi´. Las reses para todos ellos serán de la ganadería de Cayetano Muñoz. «Sin duda es un compromiso muy especial, que afronto con una ilusión enorme», señalaba ayer en un paréntesis de su preparación.

El grupo Vientobravo, que además son sus apoderados desde inicios de esta temporada, ha querido darle esta oportunidad en una campaña en la que se han propuesto la recuperación de este coso. Su primera experiencia el pasado verano fue todo un éxito al desempolvar tras décadas el cartel de ´no hay billetes´.

«Es un lujo que no está al alcance de todos, anunciarme con dos figuras del toreo y además en mi tierra», señala consciente de la responsabilidad que supone, «sobre todo tras lo de La Malagueta, que ahora habrá que repetir y si se puede superar». Otras diez novilladas con picadores y dos festivales completan una campaña fraguada en plazas duras «casi todas en el norte y con ganaderías muy complicadas, ya que por aquí abajo salvo en las grandes plazas apenas si se nos tiene en cuenta a los novilleros», se lamenta.

«Con ganas y sin aburrirse nunca uno se va abriendo camino», señala como filosofía de una trayectoria que ya mira hacia la alternativa el próximo año. «Me encantaría que fuera en Málaga, aunque antes habrá que ir a otras plazas importantes a dar la cara», confiesa.

Lo más inminente es hacer en Fuengirola el último paseíllo de 2017, «agradeciendo a la empresa el esfuerzo que está haciendo por recuperar la plaza y por confiar en mí». Está confiado en no defraudar a sus paisanos, «que tienen muchas ganas de verme y no paran de decirme en la calle que hay que arrear en el ruedo».

Sabe que está preparado, pero la única duda es qué sentirá cuando se encuentre en el patio de cuadrillas con El Cordobés y El Fandi: «No sé lo que se me pasará por la cabeza en esos instantes, pero seguro que la responsabilidad se acrecentará». Como banderillero que también es, a Benitez le gustaría compartir tercio con el granadino, «aunque la reglamentación no me lo permite al ser él matador y yo novillero», se sincera aunque se conforma con que «ya llegará si Dios quiere ese día».