El Centro municipal de Arte Contemporáneo acoge más de 40 obras del artista gallego Francisco Leiro, que utiliza las esculturas como alegoría de la vulnerabilidad y la fragilidad humana. Las obras escultóricas realizadas en madera de la muestra, que podrá verse hasta el 7 de enero, aúnan «lo imaginario, lo literario, lo poético y el compromiso social». Y entre ellas podrán verse, alegorías a El Quijote, la estatua de un dios de más de tres metros, figuras antropomorfas o escenas relacionadas con la masacre de Alepo, Siria.

El artista explicó que estas obras van desde la realizada en 2005 hasta la actualidad. Así, se puede contemplar la pieza Don Quijote apaleado por unos arrieros (2005) y el El busto parlante, entre otros. También comentó que hay un grupo importante de piezas «que responde a una búsqueda» en relación «con la ropa de las personas». En concreto, recordó una muestra que llevó a cabo en Madrid y en la que «quería a través de la ropa provocar sensaciones», citando, entre otros, Réquiem, dedicada a los desastres químicos, y Operarios.

Asimismo, explicó que «todos los artistas están obsesionados con dos o tres cosas», añadiendo, además, que cuando comenzó a centrarse en las esculturas figurativas, a partir del cuerpo humano, pensó «que era para estar dos años», pero lleva ya «40 trabajando en ello».

«Al final, el ser humano, el cuerpo, siempre es lo mismo, pero va cambiando, mutando, y hay una especie de metamorfosis continua. Lo que hago es dejarme llevar por el propio ser humano y lo que hace», apuntó.

En la muestra pueden verse varias obras de temática social, tratando las guerras, desastres o la violencia, entre otros. Para Leiro el arte es un compromiso con la vivencia y el pensamiento autobiográfico.