Gran fin de fiesta ayer en La Térmica para zanjar la primera edición del Festival Cultura Basura del contenedor cultural de la Diputación. Y como padrino y estrella invitada, nada más y nada menos que John Waters, el autor que logró hacer trascender lo trash y lo B, sacarlo del circuito estrictamente underground sin prostituirlo e instalarlo en los pasillos transitados por lo cool y la intelligentsia. Waters proyectó ayer su emblemática Pink Flamingos (una de las películas más escandalosas y controvertidas de la historia del cine), a continuación, una de sus grandes admiradoras, la cantante y actriz Alaska, le entrevistó en una divertida y cómplice charla. Una sesión de DJ del cantante, representante artístico y marido de Alaska, Mario Vaquerizo, terminó la cita.