Lo que más emociona a la soprano Begoña Salgueiro es «ver cómo se emociona una persona que no ha escuchado ópera». En la última actuación en Málaga, vio aparecer las lágrimas en alguien que por primera vez se enfrentaba a este género musical. «Me conmueve ver cómo lo están sintiendo y que, lo que yo estoy sintiendo cuando canto a Puccini, se lo estoy transmitiendo», confiesa.

Esta soprano viguesa, afincada en Málaga desde hace dos años, cuenta que abandonó su «zona de confort» en Madrid, donde se relacionaba con cantantes, para comprobar que con la excepción de los mayores de 50 años, en general hay un gran desconocimiento sobre la ópera en España.

«En Italia todo el mundo sabe de ópera y si dices que eres soprano lo ven normal. Aquí sin embargo te preguntan si puedes vivir de eso y se creen que está la Caballé y ya está... y les suena María Callas», explica.

De ahí surge la idea del taller para adultos Atrévete con la ópera, que el próximo sábado impartirá de 18 a 20 horas en La Térmica (inscripciones a través de www.latermicamalaga.com).

El pasado sábado ofreció un taller juvenil para niños de 10 a 18 años que, destaca, fue un éxito. «Les he dicho que en la vida tienen que estar con la mente muy abierta para absorber como esponjas, no solo la tele, el deporte y el inglés. Los niños tienen que dejarse asombrar; aquí mismo en La Térmica hay cursos de egiptología o de arte contemporáneo y la ópera es una herramienta más. Que sepan que está ahí», subraya.

En el taller de adultos hará un recorrido por la historia de este género musical, desde el Orfeo, unas pinceladas que la artista acompañará con su propia actuación y de paso, aclarará algunos malentendidos, como que la famosa Nessum dorma sea una canción. «Es un aria de la ópera Turandot de Puccini y contaré la historia de Calaf, que es quien la canta».

Begoña Salgueiro insiste en que se trata de guiar a los asistentes «siempre con respeto, porque no consiste en ponerse por encima de nadie sino que mi afán es ese, enseñar».

La soprano viguesa, por cierto, aprovecha para desmentir uno de los tópicos más arraigados sobre la ópera: su supuesto elitismo. «Sí te diría que es elitista la filosofía de Kant o el Ulises de Joyce, pero la ópera no es difícil de comprender, solo hay que abrir los oídos y disfrutar», subraya, aunque recomienda empezar por algunas como El barbero de Sevilla, de Rossini, antes que por la tetralogía de los nibelungos de Wagner. «La ópera no es para la élite, Mozart la llevó al pueblo con La flauta mágica», destaca.

Su deseo es que el taller haga que los asistentes salgan «desmitificando la ópera» y de paso se creen los futuros aficionados. «Lo que escuchen quiero que les emocione», subraya. La soprano viguesa confiesa que está encantada con esta experiencia, que le gustaría repetir y se despide con esta frase: «Nunca es tarde para la ópera». Este sábado, se levantará el telón en La Térmica.