El secreto de una novela está en «sugerir, más que en contar». El malagueño Antonio Fontana, ganador de la undécima edición del Premio Málaga de Novela gracias a la obra 'Sol poniente', sostiene que «contarle todo al lector es un error» y que es preferible dejarle vacíos «para que construya». El escritor y periodista confesó ayer, nada más hacerse público el fallo del galardón, dotado con 18.000 euros, que su novela tiene como uno de sus principales ejes la ciudad de Málaga, más concretamente el barrio del Perchel, donde creció. La memoria, «el gran inventor de falsos recuerdos», y la familia completan los ejes argumentales de Sol poniente.

El autor malagueño, que se declaró «orgulloso» de ganar un galardón que lleva el nombre de su ciudad, explicó que uno de sus referentes ha sido Pasaje a la India, de E. M. Forster, donde el escritor británico no cuenta al lector lo que acontece con los personajes en las cuevas de Marabar. «Todo queda en el aire y por eso es una novela magistral. El lector no sabe y tiene que pensar y construir. Mi modelo ha sido ese no contarlo todo».

El jurado del premio, presidido por la directora general de Cultura del Ayuntamiento, Susana Martín, e integrado por Eva Díaz, Antonio Soler, Luis Alberto de Cuenca, Ignacio F. Garmendia, Antonio Orejudo y Alfredo Taján, se decantó por unanimidad por este texto al que considera «una novela sobre la memoria familiar evocada con gran intensidad lírica, con ternura pero sin dramatismo, que, a pesar de contar hechos a veces dramáticos, consigue recrear una atmósfera luminosa a través de unos personajes conmovedores y memorables». Taján quiso matizar «el sarcasmo y la ironía» que contiene la novela ganadora. Fontana, por su parte, reconoció que siempre ha querido «escribir una comedia», aunque no termina saliéndole.

Fontana explicó que en su novela pretende que el lector piense que la historia está narrada por el menor de una familia de cuatro hermanos, «cuando lo que se cuenta realmente es la historia del hermano mayor». En el relato se desvelan «los secretos de la familia», la relación de «unos padres que se llevan como el perro y el gato, pero que se adoran» o los «primeros amores de juventud de los hermanos», entre otras historias. Unos recuerdos que, según destacó, nunca son lo que realmente fueron. «Nabokov escribió un libro titulado Habla, memoria. Yo le hubiera llamado Miente, memoria, porque nadie miente mejor que la memoria. Es la mayor inventora de ficción que existe».

Antonio Fontana es autor de otras cuatro novelas: De hombre a hombre (1997); El perdón de los pecados (finalista del Premio Café Gijón 2003); Plano detallado del infierno (2007); y Hostal Parisién (2013). La directora general de la Fundación José Manuel Lara, Ana Gavín, se congratuló ayer de que el premiado fuese de nuevo «un escritor malagueño», ya que desde que lo ganase Pablo Aranda en su segunda edición, no se había vuelto a repetir esta circunstancia. También aseguró que Sol poniente estará en las librerías a partir de «la primera quincena de febrero» y se refirió a la alta «repercusión internacional del galardón, al que han concurrido más de quinientos originales, con «un 30% más procedentes de autores hispanohablantes».