Parece que el inminente 2018 va a ser de lo más interesante en el Museo Ruso. La Opinión de Málaga ha podido conocer algunas de las muestras temporales de su plan expositivo 2018-2019, que incluye una individual de Michael Shvartsman y dos colectivas, Radiante porvenir. El arte del realismo socialista y Alrededor del mundo con un caballete.

La cita con Shvartsman, del 10 de febrero al 2 de septiembre, nos permitirá descubrir a un artista y conceptualista de primera. Shvartsman fue un muralista, filósofo y profesor, fundador de la Escuela de Diseño Gráfico de Moscú y creador de lo que él mismo denominó como hieraturas, del griego hieros, o sea, sagrado. Hablamos de piezas con mucho de totémico y de esencial, que muestran la obsesión mística y espiritual del ruso. Fueron el final del camino de un autor que empezó combinando los métodos del cubismo, el surrealismo y lo arcaico y sus interpretaciones religiosas.

La mirada viajera. Artistas rusos alrededor del mundo o Alrededor del mundo con un caballete será una exposición interesante en la antigua Tabacalera (en las mismas fechas que la de Shvartsman) Hasta la fecha hemos visto en la Colección San Petersburgo cómo muchos autores retratan el paisaje y el paisanaje de su país. Aquí, en cambio, la idea es diferente: se trata de recorrer el planeta acompañando a un puñado de artistas mochileros, y empeñados en reflejar con sus pinceles lo que veían sus retinas. Piezas de creadores poco conocidos entre nosotros como P. V. Basin, Gerhardt Von Reutern, V. G. Perov y M. I. Skotti, entre muchos otros artistas, nos permitirán descubrir la mirada rusa en tierra extranjera.

Del 10 de febrero de 2018 al 10 de febrero de 2019, turno para Radiante Porvenir. El realismo social soviético, una colectiva que reúne un centenar larguísimo de obras fechadas entre los años 20 y 50 del pasado siglo XX y que sigue la tradición del Museo Ruso de contar con, al menos, una exposición sobre un tiempo y un país, y notable carga ideológica. Aquí se explora una corriente artística nacida para expandir la conciencia de clase y el conocimiento de los problemas sociales y las vivencias de las personas. Fue la tendencia artística impuesta oficialmente durante gran parte de la historia de la Unión Soviética, particularmente durante el gobierno de Stalin. La idea era superar los que se consideraban estilos burgueses y acomodados previos a la Revolución y forjar una visión artística acorde con los principios del comunismo y con el trabajador como centro absoluto del universo creativo.