Joven Orquesta Barroca de Andalucía. Programa 2: Giazotto, Iribarren y Vivaldi

Orfeón Preuniversitario de Málaga

Director: Mario Porras.

Solistas: Alba Chantar, soprano y Marta Infante, mezzosoprano.

Director musical: Lluís Vilamajó

Programa: Adagio en Sol menor de Albinoni, de R. Giazotto; Cantada «Prosigue acorde Lira», de J. F. de Iribarren y Gloria en Re mayor, RV. 589, de A. Vivaldi.

Lugar: Auditorio Edgar Neville, 23 de diciembre.

El último concierto organizado por la Filarmónica de Málaga cedió el protagonismo al proyecto educativo de la Joven Orquesta Barroca de Andalucía con el que pone fin a la actividad del año que concluye. Recordar también que fue la JOBA la encargada de abrir la actual temporada con un programa centrado en los concerti grossi, en el Patio de Armas de la nueva sede del Museo Málaga el pasado mes de septiembre. De aquel interesante programa, la evolución tanto en el repertorio como en el apartado técnico mostraría una sensible evolución como quedó demostrado en el concierto dirigido por el maestro Lluís Vilamajó. Su especial inclinación docente, la generosidad de un músico tan completo capaz de aunar sensibilidad y generosidad dieron como resultado un campo abonado para el desarrollo de estos incipientes maestros.

Tres páginas distantes geográfica y temporalmente, en apariencia, fueron las seleccionadas para este programa que dirige la mirada al tiempo de Pascua. Pero en esa aparente distancia se ocultaba un interesantísimo juego de espejos a modo de: reflejo, cita e influencias conectadas. Todo para destacar cualidades cada vez menos ocultas del que sin duda es el periodo más rico de la historia de la música: el barroco. El barroco es emoción por definición y bastan sencillos gestos para descubrir su vocación internacional o las influencias que establecería en su vigencia y como no entre compositores a lo largo de la historia.

Vilamajó abrió el programa con el conocido Adagio en Sol menor de Albinoni que lejos de su encaje temporal muestra la poderosa influencia estética que aún en el siglo pasado sigue despertando el interés de los compositores. Lectura sosegada, dinámicamente marcada que serviría para destensar el conjunto orquestal y encontrar el punto de empaste y emisión adecuado para las dos grandes páginas que completarían el concierto. Precisamente Giazotto volvería a los atriles renovado y más claro en el capítulo de agradecimientos.

La Filarmónica de Málaga no ha querido faltar a las celebraciones del gran maestro de capilla Juan Francés de Iribarren y junto al disco compacto de reciente publicación lo ha incluido también en este último programa de la JOBA con su cantada Prosigue acorde Lira. De la interpretación, de su éxito, hay que destacar dos claves. En primer lugar, el trabajo de Vilamajó a la hora de clarificar y distinguir ese sonido barroco español que se deja influenciar por el faro que fue la Italia del dieciocho. Y en segundo lugar, la voz y el gusto musical de la que está llamada a ser autoridad en el género: la soprano Alba Chantar. Chantar de irresistible sencillez en el escenario cede toda la atención a la expresión y colores del privilegiado instrumento que posee. Cristalino en las notas altas y bruñido en el registro medio. La solista malagueña hizo propia la versión rescatada del olvido, hasta hacerla propia y modelo de referencia. Esto no es casualidad, es sencillamente dedicación y un talento natural cuyos quilates no han hecho más que aflorar.

Nuevamente el Gloria RV589 volvió a los atriles de la JOBA con la participación del conjunto que dirige el maestro Mario Porras. La incuestionable Marta Infante junto a Alba Chantar cerraban el capítulo solista. Vilamajó supo extraer de la página vivaldiana algo más que sus esencias e hizo alarde sensibilidad para una partitura que bien podría ejemplificar qué es la música barroca y todos los reflejos -entiéndase como elementos constructivos- que dispone el Pater Rosso en la partitura: sentido concertante, recursos líricos y el reconocimiento de los antiguos maestros de San Marcos. Excepcionales las voces de Infante y Chantar que hacen soñar con una nueva participación de ambas solistas en la escena malagueña.

Concierto sólido, que pone de manifiesto el valor del trabajo cuidado y la intención que debe caracterizar cualquier intento de seducción de un auditorio. Sobran los ejemplos y también los recientes contraejemplos.