Más detalles, y muy sabrosos, sobre el esperadísimo proyecto que el equipo de 'Loreak' y 'Handia' prepara a partir de la historia del topo de Mijas, Manuel Cortés Quero, el último alcalde republicano de la localidad, que se escondió durante 30 años en su casa para evitar las represalias del franquismo. Tal y como adelanta 'El Diario Vasco', el malagueño Antonio de la Torre y la boquerona de adopción Belén Cuesta serán los protagonistas de 'La trinchera infinita', la historia, que, por cierto, no mencionará en ningún momento, para satisfacción de la familia de Cortés Quero, el nombre ni la peripecia concreta del mijeño: su protagonista será un topo "ficticio", dicen sus responsables (que han elegido el nombre de Higinio Blanco para el protagonista) pero, eso sí, los primeros detalles de la sinopsis que han visto la luz recuerdan poderosamente la historia de Cortés Quero. La película, una producción en la que artistas y técnicos vascos y andaluces trabajarán codo con codo, se rodará entre Madrid y Andalucía a partir del próximo mayo y se estrenará en 2019.

'La trinchera infinita', con libreto de Luiso Berdejo y Jose Mari Goenaga y dirección de Aitor Arregi, Jon Garaño y Goenaga, nos presentará al citado Higinio Blanco, un hombre que en julio de 1936 se recluye en su casa por miedo a las represalias, sin sospechar que no volverá a salir hasta 1969, 33 años más tarde. «La película pretende ser una alegoría sobre ese miedo, a ser descubierto, a dar el paso, a mostrarse tal y como uno es», han asegurado los responsables del filme en 'El Diario Vasco'.

1969 fue, precisamente, el año en que, tras más de tres décadas recluido en su casa, Manuel Cortés Quero salió 'a la luz'. Nadie en Mijas se percató en todo este tiempo es de que se escondía en su propia casa, en el centro del pueblo, ayudado aconsejado y asistido en cada instante por Juliana Moreno, su esposa, quien tuvo que soportar durante años fuertes interrogatorios de la Guardia Civil, las reprimendas y una pregunta retórica: «¿Dónde está tu marido?».

La historia del Topo de Mijas fue llevada a la pantalla, en el singular documental, entre la novela gráfica y el reportaje, '30 años de oscuridad', de Manuel H. Martín. Una cinta que contó con el aval de la crítica y que llegó a estar nominada a los Goya. Por cierto, la película fue producida por La Claqueta, compañía que también está detrás de La trinchera infinita.

La familia de Cortés manifestó su indignación por el proyecto, ya que aseguraron que sus responsables no se habían puesto en contacto con ellos para levantar el largometraje. «La familia no ha autorizado que se pueda usar la imagen, el nombre o la historia de mi abuelo en ninguna película. Ni de manera parcial ni total. Ni aunque cambien los nombres de mis abuelos, el nombre de Mijas por el de otro pueblo», aseveró María de la Peña Torres, nieta del republicano, quien, incluso, llegó a amenazar con intentar paralizar el proyecto.

Olmo Figueredo, de La Claqueta, se defendió, vía email: «Me gustaría aclarar que 'La trinchera infinita' es un largometraje de ficción que no versa sobre la vida de Manuel Cortés ni de su mujer, aunque esté ambientada en el mismo contexto histórico. Hasta la fecha no hemos realizado comunicación sobre el contenido del proyecto por lo que todas las informaciones que se hayan podido publicar no han emanado de las productoras del proyecto, no están contrastadas y no conocemos el origen de su errónea fuente. No obstante, nos hemos puesto en contacto con los familiares de Manuel Cortés con el único objetivo de transmitirles tranquilidad y no enturbiar así las buenas relaciones mantenidas hasta la fecha».

'La trinchera infinita' cuenta ya con la ayuda económica del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (1,18 millones de euros) y la Junta de Andalucía (223.125 de euros). Y, por supuesto, es desde ya una de las cintas más esperadas de la temporada del cine español, y objeto de deseo de dos festivales en saludable pugna los últimos años por estrenar lo mejor del celuloide patrio: San Sebastián (donde Garaño siempre ha estrenado sus cintas) y Málaga, a cuyos responsables seguro les apetece proyectar aquí en primicia un relato tan local. Además, los nombres de Antonio de la Torre y Belén Cuesta son unos más que apetecibles caramelos.