«¡Me lo llevo pa Málaga!». Con esta frase terminaba su emocionado discurso de agradecimiento la malagueña Adelfa Calvo, que anoche logró el Goya a mejor actriz secundaria por su trabajo en El autor, el filme de Manuel Martín Cuenca que tantas alegrías le está reportando. Calvo, que partía como favorita tras haber logrado los Premios Feroz y ASECAN por este papel, competía en la misma categoría con su paisana Belén Cuesta, que estaba nominada por La llamada y que tendrá que espera a otra ocasión para hacerse con el galardón. También se fue de vacío Antonio de la Torre, pese a estar doblemente nominado como mejor actor principal por Abracadabra y como mejor secundario por El autor.

Adelfa Calvo dedicó su galardón a todas las actrices con las que ha trabajado. «Las mujeres en el cine tenemos muchas historias bonitas que contar. Para que los actores y las actrices trabajemos en igualdad», destacó esta veterana intérprete que se hacía con el máximo premio del cine español en su primera nominación.

El acento femenino protagonizó toda la gala. Y la historia sobre una mujer que lucha por abrir una librería en un pequeño pueblo costero de Reino Unido se llevó el premio a mejor película. La librería de Isabel Coixet rompió las quinielas de la prensa especializada y del público, que daban la victoria para Handia, que se llevó 10 cabezones, El autor, con dos, o Verano 1993, con tres Goya. La cinta de Coixet contaba con 12 nominaciones, y únicamente se llevó tres galardones, aunque los más relevantes: guion adaptado, mejor película y mejor dirección para Coixet, que se mostró sorprendida al recoger el cabezón. «Mi madre y yo ya pensábamos que nos íbamos sin nada», explicó la cineasta catalana junto a los actores protagonistas Emily Mortimer y Bill Nighy.

Pese al éxito inesperado de La librería, Handia, de Aitor Arregi y Jon Garaño, fue la gran triunfadora de la noche con 10 Goya, incluido al mejor guion, fotografía y actor revelación para Eneko Sagardoy. La película vasca ha hecho historia por el gran número de galardones, ya que ha conseguido los mismos cabezones que La isla mínima y Blancanieves, y solo por debajo de Mar adentro y ¡Ay Carmela!.

Javier Gutiérrez recibió el Goya al mejor actor por El autor, y Nathalie Poza recibió el galardón a la mejor actriz protagonista por No sé decir adiós. «El arte importa, si hay alguien fuera que quiera dedicarse a esto que abra sus heridas para convertirlas en una obra de arte. Este oficio me ha salvado la vida», apuntó la actriz. Verano 1993 fue otra de las protagonistas de la noche con tres Goya, incluido el de mejor dirección novel para Carla Simón, que pronunció un emotivo discurso. «Este Goya lo quiero dedicar a mis padres biológicos y a toda su generación, que murió por el Sida. La gente con VIH no tendría que vivir con ningún estigma. Y evidentemente, por favor, más mujeres haciendo cine», pidió la cineasta.

La Academia, por su parte, pidió una rebaja del IVA -prometida para este año por el Ministerio de Cultura- y reclamó más ayudas para el cine español. «En el sector hay gente de todas las tendencias ideológicas políticas y sociales. Nuestro idioma todavía es de encuentro, en unos tiempos en los que resulta difícil comunicarse», aseguró el vicepresidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso en clara referencia al conflicto de Cataluña.