Hábleme, Mabel, de su frustración con el documental Voces contra la trata.

No lo vio nadie. La gente no quería saber lo que pasaba en el mundo de la prostitución y tan solo lo tuvo en cuenta la policía. Dos años después de su estreno lo emitió Antena 3 y entonces llegó al público pero sin mucha repercusión.

A pesar de este varapalo usted no se desanimó y realizó el corto Escúchame para poner el foco en los clientes de la prostitución. ¿Qué descubrió?

En Voces me centré en las mujeres, en las víctimas que contaban su viaje al horror. Se ve la desnudez de los cuerpos pero no la de los derechos. En Escúchame quise demostrar la corresponsabilidad del putero. Sin clientes no habría trata. El putero es cómplice del proxeneta. Escúchame fue un bombazo que ha ganado infinidad de premios internacionales.

¿Qué quiso mostrar con Chicas nuevas 24 horas?

El lucrativo negocio de comprar y vender seres humanos, sobre todo, mujeres y niños.

Aquella chica rusa, Irina, vendida por su novio a un club madrileño, y prostituida contra su voluntad por centenares de hombres sin que ninguno de ellos hiciera nada por ayudarla dio un vuelco a su vida, ¿verdad?

A Irina la habían destruido y fue la protagonista de Escúchame. Hasta los cubitos de hielo le recordaban al puticlub donde la encerraron. Estaba llena de inseguridad y dolor.

¿Cómo se encuentra ahora?

Imagínate. Está un poco mejor pero es que le robaron todo. Las víctimas de explotación sexual muestran secuelas similares a las de los judíos que se salvaron del Holocausto.

¿Cómo descubrió a El Músico, exproxeneta arrepentido y protagonista de su último libro que la condujo al interior del sórdido mundo de la prostitución en España?

Me encontró él a mí a través de un policía nacional que conocemos ambos.

Y metió en su empeño a un delincuente.

Realmente es un exdelincuente, un exproxeneta que ha cumplido tres de los 27 años de cárcel de su condena. Él mismo dice que en su caso se cumplió la ley pero no la justicia.

Llegó a explotar sexualmente a más de 1.700 mujeres.

Captó, trasladó y explotó en sus burdeles a más de 1.700 mujeres. Esos burdeles siguen hoy abiertos, gestionados por sus exsocios. Le salió el delito a medio día de cárcel por cada mujer explotada. Resulta más barato la explotación de seres humanos que el narcotráfico.

¿Qué le resultó más estremecedor de su relato?

Cuando me contaba que para él las mujeres eran máquinas expendedoras de dinero que valen menos que una de las coca-colas que sirven en sus puticlubs.

¿Cómo le llegó el arrepentimiento a El Músico?

Se enamoró de una de sus víctimas, empezó a ver a las mujeres de otra forma y descubrió la violencia de las mafias rumanas al acabarse los visados con Colombia. Contemplar cómo los rumanos violaban a las chicas en grupo, les daban palizas y les apagaban cigarros en el cuerpo le sobrepasó.

Traen a muchas mujeres del extranjero, pero las explotan españoles.

Las captan y las explotan. Los españoles viajan a países pobres para hacer negocios con gente como ellos, eligen a las chicas, las traen a España y las explotan en sus burdeles..

O sea que los dueños de los puticlubs son españoles.

Son españoles y son ante todo proxenetas. No son más de una veintena de tíos que apenas saben leer.

¿Cómo pudo traer El Músico a un grupo de colombianas con el pretexto de que eran jugadoras de taekwondo para conducirlas directamente a un régimen de prostitución esclavista?

Los proxenetas iban tan sobrados que hicieron una apuesta para ver quién se traía a más chicas de golpe. El Músico se inventó entonces un equipo nacional de taekwondo colombiano, captó a las chicas, les puso un chándal y entraron sin problemas por Barajas. Es berlanguiano.

Efectivamente parece de Berlanga. ¿Qué pasó después?

Eran 13 chicas y el entrenador, las metieron en un minibús y fueron presentadas como un trofeo de caza. Él se hizo con los derechos de su explotación y hasta le regalaron un coche de alta gama por haber ganado la apuesta. Todas entraron en un puticlub, algunas fueron rescatadas por la policía y otras con menos suerte acabaron drogadas y tiradas en la cuneta sin poder regresar jamás a su país.moda, haciendo que todo el mundo tenga acceso a las tendencias y pueda ir más o menos bien vestido. Pero la calidad es la calidad. Si te puedes permitir el acceso a determinados diseñadores, el precio no es el mismo, pero la calidad tampoco. La democratización ha permitido un acceso rápido.

¿Vienen la mayoría engañadas o saben lo que les espera?

Muchas de ellas vienen sabiendo que van a ejercer la prostitución aunque no lo hayan hecho nunca antes, debido a una necesidad extrema. Los proxenetas les dicen que en España van a ganar mucho dinero y ahí empieza el engaño.

¿Cómo las engañan?

Les cobran por todo para convertirlas en mujeres deuda. Viven hacinadas en los burdeles o en pisos. A las rumanas las llevan a calles o rotondas para que trabajen, las recogen y las devuelven a los pisos. Las latinas suelen residir en el puticlub. Es descorazonador ver que mujeres extranjeras que llevan en España dos años solo conocen el piso donde malviven y la esquina donde trabajan.bien vestido. Pero la calidad es la calidad. Si te puedes permitir el acceso a determinados diseñadores, el precio no es el mismo, pero la calidad tampoco. La democratización ha permitido un acceso rápido.

Y tienen que pagar a su proxeneta 70 euros diarios con independencia de sus ingresos.

Exacto. Eso es lo que llaman el sistema de plaza, inventado en 1989 por el proxeneta de la Rosa Azul de Ciudad Real. De ese burdel han salido los grandes proxenetas de este país. Obligan a las chicas a pagar una media de 70 euros antes de salir al salón por el concepto de cama y, sobre todo, para hacerles trabajar. Si no trabajan esa noche, añaden esos 70 euros a la deuda por el traslado, los papeles y demás historias que se inventan los delincuentes para tenerlas esclavizadas.

Se trata de crear una dependencia total del amo.

Física y afectiva porque ellas son conscientes de que están solas. Cuando dos chicas se hacen amigas las separan.dencias y pueda ir más o menos bien vestido. Pero la calidad es la calidad. Si te puedes permitir el acceso a determinados diseñadores, el precio no es el mismo, pero la calidad tampoco. La democratización ha permitido un acceso rápido.

La Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne (Anela) propone la legalización de la prostitución. ¿Qué le parece?

En la reunión de constitución de Anela estaba El Músico. Entraron a la reunión como macarras y salieron hechos unos empresarios. La legalización de la prostitución es una involución en los derechos humanos porque los proxenetas dejan de ser amos pero se convierten en jefes que siguen explotando salvajemente a sus víctimas.

¿Cómo funciona el negocio de la prostitución ejercida en libertad y sin sufrir la opresión del proxeneta? Más personal. ¿Cómo lleva la soltería?

Hay colectivos, muy reducidos, que dicen que son libres para ejercer la prostitución y que además lo hacen con clientes que eligen. Podrían entonces darse de alta en la Seguridad Social y legalizar su situación como trabajadoras autónomas, pero yo me pregunto: ¿Cuántos años se puede ejercer la prostitución de forma competitiva? Cinco como máximo.

¿Cómo se ha llegado a crear una red tan amplia y poderosa de explotación sexual de la mujer sin que las autoridades intervengan en una actividad que atenta contra los derechos humanos fomentando la esclavitud?

La prostitución se halla bajo el paraguas de la normalización. Decimos que es algo de siempre y que hasta es necesario y no vemos que se nutre de la trata de mujeres que no pueden ser libres. Si fueran libres los puticlubs se vaciarían.

He oído que hay muchas mujeres que tienen que drogarse para aguantar el calvario que viven.

Sí. Algunos clientes las meten en la droga y cuando dejan de servirles a los proxenetas, algunas se convierten en camellas que venden por los locales gramitos de coca.

¿Por qué la policía no tira de los anuncios de contactos para descubrir a los delincuentes de este negocio?

La policía sabe de quiénes son los teléfonos que anuncian estos servicios. Se trata de una actividad alegal y si la víctima por miedo no denuncia no se considera delito. Se mira para otro lado porque además los puticlubs pagan muy bien a ciertos ayuntamientos, sobre todo, pequeños.

¿Cómo se lo montan para atraer a los jóvenes a los puticlubs los fines de semana cuando baja la clientela mayor?

Los puticlubs gastan más en un año para atraer con fiestas a estos jóvenes que el Plan Nacional contra la Trata durante tres. Los proxenetas saben que el cliente mayor desaparece los viernes porque durante el fin de semana carece de excusas para no estar con su familia, así que convierten su local en discoteca con atracciones de algún D´J, stripers y conocidos de la tele. Los hay que hasta sortean un polvo gratis con una chica a elegir. Esos jóvenes son las nuevas generaciones de puteros.

Usted se queja de la falta de leyes que eviten estas prácticas de trata con seres humanos. ¿Se inclina por el modelo de los países nórdicos que penaliza al cliente?

Lo que rechazo son las políticas punitivas con la mujer y lo que pido es una ley integral contra la trata y que sea considerada también violencia de género.

¿Qué le parece la última campaña de Towanda Rebels?

Fantástica porque saca a la luz la complicidad del putero y el proxeneta.

¿Están siendo explotados también chicos jóvenes?

Ahora llegan a España muchos chicos jóvenes de Venezuela.

¿Se prostituyen con mujeres?

No. Llegan como chaperos y aguantan la presión mucho menos que las mujeres. Su fecha de caducidad es mucho más breve. Eso de la ejecutiva que va de putos es un rollo de película.

¿Ha recibido usted amenazas por su libro y sus documentales?

Digamos que ellos quieren defender su negocio y hacen lo que pueden. Se amparan en el anonimato de las redes sociales para insultar mientras que yo doy la cara. Este es el segundo negocio ilícito más lucrativo de todos.

¿Cómo reaccionan esas mujeres desesperadas que mendigan tras salir de los burdeles unos euros para dar de comer a sus hijos o que han caído en el alcohol dentro de esas redes del crimen organizado?

De la prostitución no se sale a no ser que te den oportunidades reales de trabajo. Aún así muchas acaban enganchadas a las drogas, prostituyéndose solas por cuatro euros, de camellas o como mamis de chicas nuevas, es decir, vigilando a la nueva mercancía en los puticlubs.

¿Por qué la sociedad no se moviliza para acabar con esa lacra?

Hay mucha desinformación sobre este negocio que cuenta con muchos cómplices porque el dinero lava conciencias.