Detrás de la escritura de canciones hay talento, pero también trabajo y esfuerzo. Sin embargo, se sigue identificando con la magia de inspiración. Y contribuyen los propios compositores, que dicen que escribieron algunos de sus grandes éxitos en 5 minutos o que les vinieron «en sueños». ¿Hay que acabar con esa especie de mitificación del proceso creativo?

La idea de que tan sólo unos pocos elegidos bendecidos con el don de la creatividad pueden crear una canción vende mucho, pero la realidad es que siempre hay mucho trabajo detrás. Incluso en aquellos casos donde un compositor desarrolla una idea en 5 minutos, siempre hay un trabajo previo de búsqueda, de ensayo y error, de descarte de ideas...

Y también hay muchísimo trabajo después. No hay duda de que a veces el proceso creativo puede ser enormemente fluido, como también es cierto que el bloqueo artístico puede llamar a tu puerta para quedarse mucho tiempo.

Imagine a alguien en una librería y al que le llama la atención la portada de su libro. Mira el título y después busca el nombre del autor. Y piensa: «¿Quién es David Little y quién se cree como para escribir un manual como éste? ¿Acaso ha escrito Famous Blue Raincoat o Stairway To Heaven? Convénzale...

Éste no es un libro acerca de cómo David Little compone canciones. Es un libro sobre cómo otros autores escriben sus canciones. Y estos autores son compositores reconocidos. Cuando escribo un libro sobre música, me pongo en el papel del periodista más que en el de músico. Precisamente como yo no soy ni Robert Plant ni Leonard Cohen jamás escribiría poniéndome en la piel de un gurú. Pero tampoco creo que ninguno de los grandes se pondrían en ese plan si escribieran un libro como este, porque en la música no hay verdaderas absolutas. Verás, es un problema con los títulos en los libros didácticos...

¿Qué les pasa?

Están diseñados para que te entren por los ojos pero se quedan en la superficie. Para saber de qué va el tema siempre hay que leerse un poco la introducción. Yo siempre hago énfasis en la idea principal de que no hay recetas mágicas. A la hora de escribir sobre teoría, lenguaje y armonía musical tampoco me pongo en el papel del profesor, sino del alumno. Porque soy un alumno más. Soy aquel alumno que les pasa los apuntes a los otros alumnos. Esa es mi forma de trabajar. En todos mis libros, el primero que ha aprendido cosas nuevas he sido yo, porque siempre me obligo a hacer una investigación previa exhaustiva.

¿Qué canción o canciones le gustaría haber escrito y por qué?

La lista es interminable... Muchísimas de Los Beatles, Queen, The Doors, Beach Boys, Dylan€ Puedo hablarte de canciones que siento mías cuando las interpreto, como me pasa con Recuerdos de una noche (Triana), No me acostumbro (El Último de la Fila), o La canción de las noches perdidas (Sabina). O de canciones que me parecen obras maestras perfectas como Mediterráneo (Serrat). O de canciones hechas por gente de mi generación... Por ejemplo, me encantaría haber compuesto Quédate de Flaming Dolls, que además son de Málaga. Aparte de eso me gustaría haber escrito la Macarena: ahora tendría mucho más dinero.

Dígame una canción que la gente considere poco menos que basura pero que esté increíblemente bien compuesta y viceversa, un tema tenido en alta estima pero que se basa en una arquitectura compositiva muy pobre.

Desde el punto de vista compositivo, pueden existir canciones más complejas y otras más simples, pero no creo que haya canciones buenas o malas. ¿Quién es nadie para decir si algo es bueno o es malo? Para mí son términos demasiado absolutos. En ocasiones son las canciones simples las que terminan encajando. Si te fijas, muchas canciones anónimas tradicionales son simples. Las nanas, por ejemplo, son simples por definición. Y han perdurado a lo largo de las décadas. Love me do es una canción simple en comparación con Bohemian Rhapsody€ Y ambos son grandes temas de la historia. Dicho esto, todos amamos secretamente muchas canciones que en ciertos círculos se consideran horribles.

Ejemplos, ejemplos...

Actualmente el repertorio coplero de la época de nuestros abuelos no está muy bien considerado€ Y de esa época tenemos temazos como Los piconeros, Falsa moneda o La bien pagá. A mí hay canciones que me parecen muy grandes que hoy en día no pasarían un control de calidad: Por qué te vas, Estando contigo, La noria, Quisiera ser... Todas esas canciones que ahora nos hacen reír porque nos transportan a la época de Cuéntame cómo pasó, pero en el fondo son muy buenas. Luego está el caso de tantos autores que en su día fueron sobrevalorados y hoy en día está muy de moda meterles caña: a Alejandro Sanz parece fácil criticarle pero tiene muchos temas con armonías, estructuras y cambios de tonalidad interesantes para el pop de hoy...

Bien, empieza a mojarse...

No voy a desviar la pregunta del todo€ En mi caso prefiero mil veces ponerme un disco de coplas o tangos que cualquier disco de Green Day o Los Punsetes. Pero se trata tan sólo de gustos personales.

¿Ha analizado la composición del reguetón o del trap?

En general son canciones donde el sonido o la producción tienen más peso que la composición en sí. Nos puede parecer una aberración, pero es algo que lleva ocurriendo muchísimo tiempo. Muchos clásicos son absurdamente simples a nivel armónico y melódico. Ahora bien, ¿esto tiene que ser malo? Yo no lo creo. En la música popular, a veces, la sencillez es un valor añadido. En el caso de estos estilos que están pegando tan fuerte, además, parece más importante la pose que la propia música, más importante la forma que el contenido. Y de nuevo digo€ ¿Esto es exclusivo de estos estilos? ¿Es la primera vez que pasa? Yo creo que para nada. Ha ocurrido desde siempre, en mayor o menor medida. Otra cuestión son las letras: algunas están simplemente escritas para provocar; otros grupos como Calle 13, que también han hecho reguetón, tienen letras realmente buenas. En resumen, no son géneros que me gusten especialmente, pero llevamos décadas escuchando y bailando gilipolleces en las discotecas. Si lo piensas desde un punto de vista antropológico, el ser humano lleva siglos bailando tonterías. Y también lleva siglos componiendo obras de arte.

¿Entonces?

Sé que que salga un tipo que hace canciones de blues y de rock a defender el reguetón es una especie de sacrilegio. Pero si quieres saber mi opinión, en este odio generalizado hacia el reguetón y el trap hay mucha cuestión generacional. Mucho elitismo. Mucha nostalgia. Básicamente está de moda decir que estos estilos son una basura.

¿Qué críticas recibe el reguetón? Que las letras son sexistas, que los bailes son escandalosamente cerdos, que las canciones son muy simples, que eso no es realmente música. Elvis Presley recibía las mismas críticas. ¿Qué opinión les merecía Prodigy a los padres de los que fueron adolescentes en los 90? Pasa en todas las épocas. Los que ahora escuchan reguetón les dirán a sus hijos que la música que escuchan es una basura, que lo que molaba de verdad eran Daddy Yankee y Pxxr Gvng.

Corto y pego de una entrevista con Mondonosoro: «Sé que algunas personas se echarán las manos a la cabeza al leer que Queen, Muse y The Beatles estén en el mismo párrafo que Bruno Mars y Beyoncé. Pero cuando estamos hablando de composición de canciones, estilos y artistas que pueden a priori contrapuestos, tienen mucho más en común de lo que puede parecernos». De nuevo le pido un ejemplo.

Con el blues pasa constantemente. Yo veo blues en todas partes. Siempre recurro al ejemplo drástico de Anarchy in the UK (The Sex Pistols): es totalmente una canción de blues. Vale, le falta el 70% de los arreglos que hoy en día consideraríamos blues. No nos imaginamos a BB King tocando ese tema. Pero ¿y su estructura? ¿Y su armonía? Totalmente deudora de la música blues. Por no hablar de la cadencia andaluza€ Sultans of swing, de Dire Straits, está basado en la cadencia andaluza. Te estoy amando locamente, de Las Grecas también.

Acaba de terminar la edición de resurrección de Operación Triunfo, con un éxito tremendo. ¿Es una forma interesante de acercar canciones clásicas (Te recuerdo Amanda, por ejemplo, este año) a nuevos públicos o es usted de los que cree que se trata de un karaoke masivo?

Estoy de acuerdo en que es especie de circo donde se distorsiona la realidad de la música. Pero también estoy de acuerdo con quienes defienden que tiene su valor como lo que es: simple y llanamente un programa de televisión cuyo formato conecta con millones de personas. ¿Un karaoke filmado? Quizá en las primeras ediciones era más bien una orquesta de feria filmada, con todos mis respetos a las orquestas de feria. Recuerdo el caso de Beth, que tenía una voz rasgada muy personal€ y que en el programa se empeñaron en convertirla en una voz más de tantas. Pero es cierto que musicalmente el programa ha evolucionado bastante: es positivo que den a conocer a Vetusta Morla, Zahara, El Kanka y otros tantos, y me parece genial que hayan cantado canciones de Bowie. Si lo comparas con las primeras ediciones... ¿Te imaginas a Chenoa y Bisbal cantando Héroes del Silencio o Sabina? De todas formas, el storytelling era diferente...

¿En qué sentido?

Por aquel entonces nos vendían que OT consistía en lanzar al estrellato a diamantes en bruto. Una historia que se vendía muy bien. Tanto es así que, cuando pasó de moda y los concursante terminaron estigmatizados, muchos se esforzaron en convencernos de que ya eran músicos antes del programa. Ahora nos venden una historia distinta, porque el mercado de talent shows está saturado. El tema de lanzar al estrellato a albañiles ya no se lo cree nadie. Ahora, nos cuentan, consiste en detectar talento, darles una oportunidad y proporcionarles un escaparate cara al público. Entonces en este sentido ha mejorado. Pero no deja de ser un maldito talent show. Y hay que analizarlo por lo que es. ¿Lo que nos enseñan es la realidad de la música? Un carajo. ¿Se hace divulgación de la realidad de la música? Lo dudo. ¿La educación musical consiste en todo aquello que se da en la escuela? No creo€ ¿Son nociones indispensables para trabajar en la música? No me imagino a Bob Dylan recibiendo clases de baile y coreografía. ¿Dan a conocer buena música a las nuevas generaciones? Han dado un paso de gigante. Bienvenido sea.

Por cierto, de OT ha salido la canción que nos representará en Eurovisión. ¿Sabría usted cómo componer una canción que nos llevara a ganar el festival?

Creo que debería hacerla Martirio. Tendríamos que haber llevado a Tabletom en su época. Pero para ganar de verdad, Mónica Naranjo sería mi apuesta. O Fuel Fandango. Pero no creo que en RTVE estén muy interesados en ganar Eurovisión y tener que pagar el pato.