«La calle me crió / La música, mi única salida / Antes no tenía ni pa comer / ahora Ferrary tengo tres / Muchos negocios que atender / En Gibraltar me llaman don José». Son versos de Gitano nigga, uno de los temas más reveladores de Josele Junior, un cantante malagueño de algo así que podríamos denominar como flamenco urban (rap, trap y neojondo, todo en la batidora) que, canción a canción, está saliendo del underground para llamar a las puertas del éxito mainstream. De momento, cuenta con muchos amigos dispuestos a echarle una mano, como los controvertidos traperos Pxxr Gvng y los raperos que reinan en YouTube Dellafuente y Rels B; precisamente un feat de estos dos últimos es uno de los avales de Amantes, otro adelanto de un disco, Real, que, promete, saldrá este año pero que ya lleva mucho tiempo haciéndose esperar.

Josele es del popular barrio 25 Años de Paz (cuna, por cierto, de otro nombre propio del hip hop local, Samy Marto) pero hace años que ya no vive entre nosotros: se estableció en Gibraltar, se casó con una llanita y allí, a sus 27 años, ejerce como padre de familia numerosa (tiene 3 hijos). «Yo nunca he empezado en el mundo de la música, porque ya estaba en esto desde el vientre de mi madre. Me viene de generación. Mi madre ha sido corista y compositora de artistas de Málaga, como El Chino; mi padre se llevaba muy bien con Manzanita, que en paz descanse, y también ha cantado. Y mi abuela era la bailaora Pepa del Cerro», aseguró el cantante en una entrevista con Vice.

Su nombre todavía es un secreto en la escena (lleva sólo desde el 2016 de una manera más profesional, aunque, recuerda, su debut live fue a los 6 años, cuando su padre le subió al escenario de una peña flamenca). Pero, de momento, en YouTube reina: subió su videoclip de Amantes hace sólo 5 días y ya tiene casi 400.000 visualizaciones.

Tamiz

Mucho llama la atención de Josele Junior. Lo primero, la música, un melting pop tremendo, un caleidoscopio de las tendencias urban actuales pasadas por el tamiz de sus querencias flamencas. El malagueño está orgulloso de «no encajar en ningún perfil musical»: asegura que le gustan la ópera, el trap, el heavy y, sobre todo, fusionarlos. Porque él, dice, «sólo es un artista». Y luego están sus vídeos: piscinas, cochazos, pelucos de impresión, modelos en tanga... En fin, puro bling bling que no gustará demasiado a las seguidoras de Margaret Atwood ni a los lectores de Jot Down. Asegura Josele que lo suyo no son los vídeos «típicos españoles de parejas paseando por la playa»: él lo ha llevado todo al «nivel americano» porque se define como «un gitano-americano», entre Camarón y Rick Ross, entre Como el agua y Rapper´s Delight. Volvemos a la canción con la que abríamos estas líneas: «Gitano, gitano soy my nigga / Mira las vueltas que da la vida».