La vigésimo novena temporada lírica del Teatro Cervantes prosigue con su firme apuesta por la difusión del bel canto con la reposición de Così fan tutte, montaje de producción propia que ya pudo verse en 2010. Esta ópera cómica (lustspiel) con música de Mozart y libreto de Lorenzo da Ponte regresa de la mano de Unicaja al primer escenario municipal -viernes 2 (21.00 horas) y domingo 4 de marzo (19.00)- renovada por dentro y por fuera. Según explicó el director de escena, Curro Carreres, «desde el 2010 hasta ahora han cambiado muchas cosas» en este montaje, «que ha mejorado con más recursos audiovisuales y un mejor reparto».

El director titular de la Orquesta Filarmónica de Málaga, Manuel Hernández Silva, se ocupará desde el foso de exprimir las sobresalientes arias y números de conjunto de la obra con un plantel de voces jóvenes y experimentadas a los que apoya el Coro de Ópera de Málaga, que dirige Salvador Vázquez. La malagueña Berna Perles como Fiordiligi y el ubetense formado en Málaga Damián del Castillo en el rol de Guglielmo componen la primera pareja de esta fresca comedia creada por sugerencia del emperador José II de Habsburgo y que fue estrenada en Viena en 1790. «Mi personaje es para mí un gran reto, quizá el más grande al que me he enfrentado. Un reto técnico y vocal», reconoció Berna Perles, que se mostró «contentísima» de poder cantar en el teatro de su ciudad natal. El elenco lo completan la pareja representada por Carol García (Dorabella) y Pablo García López (Ferrando); el cínico e inteligente Don Alfonso, que encarna Enric Martínez-Castignani, y la doncella Despina, a la que da vida Beatriz Díaz.

Si bien Las bodas de Fígaro y Don Giovanni se llevaron los laureles del público y la crítica y Così fan tutte tardó casi dos siglos en ser reconocida, la tercera colaboración entre Da Ponte y el genio de Salzburgo es una joya tanto en su vertiente musical como en su componente teatral, aspecto que recalcó Hernández Silva, que aseguró que este título «remarca muchísimo la fuerza semántica del texto». «Este montaje es comedia y teatro puro y duro. Y es una maravilla ver el texto de Da Ponte tan bien defendido» sobre el escenario, afirmó el maestro hispano-venezolano.

Esta ópera posee una calculada simetría en la trama, precisa como una partida de ajedrez, en la que se combinan la parodia de los convencionalismos de la ópera seria dieciochesca presentes en el texto del libretista italiano, lleno de cinismo y desencanto, y la honda exploración de los sentimientos humanos que aborda la partitura de Mozart. Così fan tutte, tal y como recordó el director del Cervantes, Juan Antonio Vigar, es la tercera cita de actual temporada lírica, que arrancó en noviembre pasado con la puesta en escena de Turandot con dirección musical del maestro Arturo Díez Boscovich y escénica de Emilio López y que prosiguió el pasado sábado 17 de febrero con un recital del tenor Gregory Kunde. «Una de las primeras ideas que tuve al hacerme cargo hace unos años del Cervantes fue devolverle a la temporada lírica una mayor difusión», explicó Vigar, que elogió el trabajo de Hernández Silva y Curro Carreres para hacer posible la recuperación de este montaje.

La trama de Così fan tutte, subtitulada Así hacen todas o La escuela de los amantes, empieza cuando Ferrando y Guglielmo, dos jóvenes oficiales convencidos de la fidelidad de sus novias, Dorabella y Fiordiligi, aceptan el reto que les plantea Don Alfonso: apostar por la fidelidad de sus amadas. Los jóvenes fingen marchar a la guerra, vuelven disfrazados de albaneses y cada uno hace la corte a la novia del otro. Del juego picaresco surgen nuevas parejas. Probada la traición amorosa, al final son las dos mujeres las engañadas. «Así hacen todas», resume Don Alfonso antes de volver a juntar las parejas correctas con la duda de si no habrían sido más felices las parejas equivocadas.