El arquitecto indio Balkrishna Doshi, un pionero en la construcción de viviendas de bajo costo, ganó este miércoles el premio Pritzker, considerado el equivalente al premio Nobel en arquitectura.

Doshi, de 90 años, un antiguo aprendiz del arquitecto franco-suizo Le Corbusier que combina las tradiciones de su país con principios modernistas, es el primer indio en ganar este premio y también el más anciano.

"Arquitecto, planificador urbano y educador durante los últimos 70 años, Doshi ha sido clave en moldear el discurso de la arquitectura en India y a nivel internacional", indicó el jurado del Pritzker en un comunicado.

"Doshi ha logrado interpretar la arquitectura y la ha transformado en obras construidas que respetan la cultura oriental al tiempo que aumentan la calidad de vida en India", destacó.

El venerado arquitecto que combina poesía y funcionalidad diseñó por ejemplo Aranya Low Cost Housing en la ciudad de Indore en 1989, un complejo sistema de casas, patios y un laberinto de senderos internos donde viven 80.000 personas de clase baja y media. Las más de 6.500 residencias dentro del complejo van de unidades modestas de un dormitorio hasta hogares espaciosos.

Doshi agradeció el premio y se lo dedicó a su gran maestro, Le Corbusier, con quien trabajó en París en la década de 1950.

"Mis obras son una extensión de mi vida, de mi filosofía y mis sueños tratando de crear un tesoro a partir del espíritu de la arquitectura. Debo este prestigioso premio a mi gurú, Le Corbusier. Sus enseñanzas me llevaron a cuestionar la identidad y a descubrir una nueva expresión contemporánea regional para un hábitat holístico y sostenible", afirmó Doshi en el mismo comunicado.

"El profesor Doshi ha dicho que 'el diseño convierte a refugios en hogares, a las viviendas en comunidades, y a las ciudades en imanes de oportunidad'", comentó Tom Pritzker, director de la Hyatt Foundation que auspicia el galardón. "La obra de vida de Balkrishna Doshi realmente subraya la misión del premio: demostrar el arte de la arquitectura y rendir un servicio invalorable a la humanidad".

El año pasado, los ganadores fueron tres arquitectos españoles, Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta, del estudio catalán RCR Arquitectes, creadores de una obra reconocida internacionalmente sin abandonar nunca su pequeño pueblo de Olot, conocido por su excepcional bosque de hayas y sus volcanes.