Tuvo su puesta de largo en la anterior edición del Festival de Málaga Cine En Español, dentro de la sección Estrenos Especiales, y ahora, por fin, llega a las salas comerciales Resort Paraíso, el segundo largometraje del malagueño Enrique García, quien sorprendiera gratamente hace unos años con 321 días en Míchigan. De aquel drama carcelario salta García a la acción y el terror, manteniendo una constante: todo, 100x100 made in Málaga.

La habitación 738, la más lejana a la recepción del hotel Resort Paraíso, es la elegida por Pablo (Rafa Castillo) y Eva (Virginia de Morata) para esconderse tras perder su casa y trabajo. Pero, alojarse en un establecimiento cerrado durante la temporada invernal, puede convertirse en una pesadilla para este matrimonio en crisis, que tendrá que enfrentarse a un psicópata (Héctor Medina) para poder sobrevivir. Se trata de que el público «disfrute sufriendo», asegura García, quien cuenta con mucha sangre y acción a raudales para que mantener a los espectadores pegados a la butaca.

El trailer de 'Resort Paraíso'

Rodada en Torremolinos, en plena Carihuela, y con algunas secuencias en Benaoján, la película es, sobre todo, una apuesta arriesgada: demostrar que en Málaga se puede rodar una película comercial con un presupuesto muy escaso. Veinticinco jornadas de continuo rodaje (exactamente las mismas que 321 días en Míchigan), en las que luchaban por «ganar horas al día», además de la dificultad logística, provocaron que el cansancio fuese haciendo mella en los protagonistas. «Caídas, carreras, largas secuencias bajo el agua y mucho frío hicieron que el rodaje fuese duro en algunos momentos», reconoció De Morata. Y es que, como recordaba la actriz, más de uno sufrió algún percance que le dejó secuelas físicas. Sin embargo, la unión que surgió entre el equipo facilitó mucho el trabajo, «nos sentimos muy arropados y apoyados y eso fue fundamental» afirmaban.

La película es pionera en España en el uso de la neurociencia durante su proceso de creación, una tecnología que permite medir las respuestas emocionales del espectador durante su visionado utilizando una serie de sensores. En el caso de 'Resort Paraíso' la técnica de neuromárketing empleada ha mezclado un sistema alemán de análisis ocular -eye traking- con un método norteamericano de respuesta emocional, que sustituye el tradicional casco por un minimalista arco que rodea la cabeza con 14 sensores.