Marco Frisina estrenará el 27 de abril un oratorio en el Teatro Cervantes con la participación de la OFM, la Coral Cármina Nova, la Escolanía de San Lorenzo del Escorial y 80 niños cantores de escolanías malagueñas. Y con la voz del actor malagueño Antonio Banderas, cuya voz sonará narrando los episodios de la pasión de Cristo.

Es usted autor de bandas sonoras (de vocación religiosa), pero también abundan en su trayectoria canciones, motetes e incluso un Magnificat cantado por Mina. ¿Hacer música es hacer magisterio de la Iglesia?

¡Seguro! La música tiene un gran valor de comunicación porque lo hace directamente, no hay necesidad de traducirla. Mi música se puede hacer en España tal como se hace en Italia sin tener que traducirla. Esto ofrece a la Iglesia la posibilidad de anunciar el Evangelio de una manera muy eficaz ya que la música llega al corazón, toca los sentimientos y abre el corazón a la comprensión de los grandes valores humanos y del Evangelio.

¿Piensa Frisina en la acogida de su música y la crítica cuando compone?

Yo no pienso jamás en qué pensará o qué juicio hará sobre la música el que la escuche. Yo sobre todo pienso en escribir algo que pueda compartir, que pueda ser entendido, que pueda ayudar, consolar, entusiasmar...

El último Concilio ambicionaba una renovación de la Iglesia especialmente el rito donde se sitúa la música sacra ¿Piensa que el deseo de hacer comprensible la liturgia ha perjudicado una tradición que hunde sus raíces en los orígenes de la Iglesia?

En realidad, en los orígenes de la Iglesia había una participación total. La liturgia, andando el tiempo, ha llegado a convertirse en algo más apartado, más misterioso, más alejado. El Concilio Vaticano II ha devuelto esta dimensión participativa buscando volver a la liturgia de los orígenes, a una verdadera participación eclesial en la que todos no sólo comprenden sino que sobre todo participan y viven juntos el misterio de la Redención, por lo que me parece que, aunque parezca paradógico, se vuelve a la pureza de lo antiguo a través de la reforma reciente del último concilio.

Maestro, perdone el atrevimiento pero con la tradición musical que genera Italia, ¿cómo es que elige Málaga para estrenar La Pasión de Cristo?

Por muchas razones, sobre todo por los amigos que he encontrado en Málaga, pero además porque después de haber visitado esta ciudad en Semana Santa, me ha parecido un lugar óptimo para poder comprender y vivir con profundidad mi ópera sobre la Pasión. Creo que los que viven la Semana Santa de la manera que he podido presenciar, tendrán más facilidad para comprender la Pasión tal como la he podido imaginar.

Estrena una obra que ha sido tratada por nombres de oro de la música pero también por multitud de maestros que llenan cajas y cajas de archivos. ¿Qué pretende aportar con este nuevo acercamiento a la Pasión de Cristo?

¡Es verdad! La Pasión de Cristo se ha abordado por parte de casi todos los grandes compositores. Mi acercamiento es muy simple: yo sencillamente he querido actualizar el mundo ante la Pasión, ante el inocente asesinado, torturado en ese mismo inocente que es Cristo. En Él están todos los hombres que viven la inmigración, la opresión, la tortura, la muerte, la persecución y precisamente por esto en la Pasión que he compuesto las arias se cantan en muchos idiomas distintos, como queriendo hacer participar al mundo entero. No está sólo el italiano. Estaba también el español mucho antes de imaginar que se estrenaría aquí. Escucharemos arias con texto en francés, inglés, ruso... Los ángeles cantarán en latín y griego, que son las lenguas de la liturgia. Es la diversa y rica realidad del mundo ante la Pasión de Cristo.

¿Cuál es la estructura de su Pasión, el lenguaje musical que utiliza y si en algún momento recurre a la melodía para potenciar el mensaje?

Sobre todo, como suelo hacer normalmente, utilizo la melodía... ¡Soy italiano! Si nosotros los italianos no componemos pensando en la melodía... ¡es que no la hace ya nadie! Yo creo mucho en la melodía porque es un lenguaje universal, un lenguaje profundo, envolvente, para todos, por lo que se escuchará mucha melodía, tendremos importantes arias. El lenguaje es muy moderno, muy cercano a nuestro tiempo y es un lenguaje que junta diversos tipos de melodía con un lenguaje contemporáneo, porque de este modo entiendo que se puede ayudar a entender que la Pasión es algo que afecta a todos, por eso, la narración convencional de la Pasión tal como la encontramos en los Evangelios se ve interrumpida por las arias con textos del siglo XIX y XX: Santa Teresa de Lisieux, el poeta afroamericano Countee Cullen, Miguel de Unamuno, Semyon Nadson, textos míos, textos provenientes de la liturgia en griego y en latín y textos evangélicos.

Frisina parte del relato evangélico pero da voz a toda una serie de personajes secundarios a los que asigna distintos textos extraídos de la literatura universal y otorga un valor destacado a los ángeles encarnados por voces blancas. ¿Entiende la Pasión de Cristo como una denuncia de la injusticia tal vez?

¡Claro! La parte simbólica es muy fuerte. Maria es una mezzosoprano, Magdalena una soprano. María es una señora, madre, madura, que como mezzo tiene una voz cálida, maternal. Magdalena es una enamorada. Jesús es un barítono, una voz noble, viril. El evangelista es un narrador, por tanto una voz recitante -que será Antonio Banderas-. El Cirineo y el Longinos serán dos tenores, pero con colores diversos: el Cirineo es un tenor lírico, dulce, agudo... mientras que Longinos es un soldado, un tenor verdiano, dramático. Judás es un bajo oscuro, tenebroso... Claro que hay un valor simbólico. Incluso la orquesta: todos los instrumentos que se usan como acompañamiento están pensados en relación a lo que se está cantando en cada preciso momento.

Una última cuestión, ¿qué espera de todos aquellos que van a hacer posible La Pasión de Cristo?

Como se sabe, la Pasión implica a tantas personas: orquesta, solistas, narrador, coro, escolanías... Yo creo que esta pluralidad representa al mundo y los que vengan a escuchar la obra se verán implicados ellos mismos, y entrarán a formar parte de la Pasión. Mi deseo es que lleguen a sentir la grandeza del amor de Dios que se manifiesta y revela en la Pasión. Dios se hace pobre, vulnerable.. como cualquiera de nosotros. Se hace hombre para sufrir como nosotros y con nosotros. Éste es el mensaje que quiero que llegue y por tanto se pueda redescubrir la importancia del amor hacia los hermanos, especialmente a los más pobres, los más oprmidos y al mismo tiempo el amor de Dios que ha elegido hacerse pobre y oprimido para estar con nosotros