A estas alturas nadie discute que los X-Men son una de las sagas más rentables del universo Marvel. Pero la historia de los mutantes no fue siempre de la mano del éxito. De hecho, las aventuras de la primera hornada de jóvenes tutelados por el profesor Charles Xavier, creada por Stan Lee y Jack Kirby en 1963, dejó de publicarse a finales de 1969. También sobra decir que la recuperación de la colección por parte de Chris Claremont en 1975 hizo que los X-Men se convirtieran en los reyes de los quioscos, superando incluso en ventas al mismísimo Spiderman.

A comienzos de los años ochenta, cuando la segunda generación de mutantes estaba en su cima, el por entonces director editorial de La Casa de las Ideas, Jim Shooter, se empeñó en que la colección volviese a recuperar su espíritu inicial. Esto es, que la historia se centrase en la escuela a la que los jóvenes con poderes especiales acudían para aprender a lidiar con ellos. Incluso a espaldas de Claremont se planteó una colección de mutantes de la Costa Oeste, pero el autor se adelantó con Los Nuevos Mutantes, serie cuyo origen compila ahora Panini en un majestuoso volumen Marvel Gold.

De esta forma nació la tercera generación mutante, conocida también como los bebés-X, un grupo compuesto inicialmente por Bala de Cañón (Sam Guthrie), Mancha Solar (Roberto DaCosta), Loba Venenosa (Rahne Sinclair,), Karma (Xi´an Coy Manh) y Espejismo (Danielle Moonstar). La primera en aparecer fue Karma -y su hermano Tran- en Marvel Team-Up #100, en el que se enfrenta a Spiderman y Los Cuatro Fantásticos, un maravilloso número dibujado por Frank Miller al que le seguiría Marvel Graphic Novel #4, volumen en el que se presentaba el resto del equipo y su llegada a la escuela de Xavier.

Esta publicación compila en más de 600 páginas las primeras aventuras de Los Nuevos Mutantes, en las que los recién llegados no sólo deben enfrentarse a sus descontrolados poderes sino también a la disciplina de la escuela. Pero pronto estos conflictos serán eclipsados por otros, como el verdadero origen del grupo, su relación con los X-Men adultos o la amenaza de enemigos como Víbora y el Samurái de Plata. También incluye la serie de cuatro números dibujados por John Buscema que explican cómo Illyana se convierte en Magik.

Un fascinante volumen que no puede faltar en las estanterías de los amantes del universo mutante de Marvel, ya que sin él no se entiende la riqueza y variedad de sus tramas y personajes.