Cuando uno contempla un truco de magia siempre quiere averiguar cómo lo ha hecho el ilusionista. También cuando el espectador de cualquier show del Circo del Sol asiste a las increíbles piruetas de sus acróbatas o contempla la bellísima escenografía y atrezzo, piensa: «¿Cómo lo han hecho? ¿Cómo consiguen estos milagros cada día?». Una exposición en La Térmica responde a éstas y muchas más cuestiones, y, además, sirve como prólogo del espectáculo 'Tótem', que a partir del 1 de junio se representará en una carpa en nuestra capital.

'Behind the scenes' (¡Detrás del escenario¡), que permanecerá en cartel hasta el 27 de mayo, es el título de la exposición. «Queríamos enseñar todo lo que pasa detrás del escenario, cómo se monta el recinto o mostrar de cerca los trajes que se usan en los espectáculos, porque puede ser interesante para quienes nos conocen y una introducción para quienes no nos conocen», aseguró ayer Franck Hanselman, director de la gira 'Tótem'.

Es la primera vez que en un mismo espacio se reúnen elementos del vestuario de algunos de sus espectáculos más emblemáticos pero también piezas audiovisuales que desvelan detalles del proceso de creación de sus producciones, descubriendo incluso datos curiosos del origen de la compañía y fotografías de sus inicios hasta ahora no mostradas.

La exposición hace un recorrido por los más de treinta años de historia de la compañía, que hasta la fecha ha llevado a cabo 35 espectáculos (todos los carteles están reunidos en la muestra), vistos por más de 150 millones de espectadores de más de cuatrocientas ciudades de los cinco continentes. Más cifras mareantes: mientras que en 1984 trabajaban en el Circo del Sol 73 personas, ahora lo hacen casi 4.000, de los que 1.300 son artistas, y sólo en la sede central de Montreal hay más de 1.500 empleados.

Hanselman también aprovechó la presentación de la exposición para avanzar algunos de los conceptos y detalles de 'Tótem': «Se trata de un espectáculo inspirado en las narraciones sobre los orígenes de los primeros pueblos. Explora el nacimiento de la evolución del mundo, la curiosidad irrefrenable de los seres humanos que nos empuja a ir más allá y su deseo constante por destacar». Lo que más puede llamar la atención en este espectáculo «es que la mitad del escenario es una proyección, lo que permite en cada número cambiarlo completamente, y pasar de una playa en verano a una montaña en invierno, a la luna o a un río, para transportar al público por el mundo y por el tiempo», apunta.