Ya es una imagen clásica como prólogo de una cita de la Temporada Lírica del Teatro Cervantes: colas a la espera de la apertura de la taquilla del templo de la calle Ramos Marín para poder hacerse con una invitación para el ensayo general abierto al público de la ópera de turno, que tendrá lugar esta noche. Esta vez, se trataba de Rigoletto, el clásico de Verdi, que ya había agotado el papel para sus dos funciones, viernes y domingo, y que ayer congregó a centenares de personas para poder hacerse con un ticket para asistir al ensayo.