Que María Zambrano es una autora imprescindible lo sabemos (casi) todos. Que su prestigio es mundial, quizás también pero no lo valoramos en su justa medida. A veces parecen necesarios ejemplos, personajes para darnos cuenta de la importancia y cada vez mayor vigencia del pensamiento de la veleña. 'Le Figaro' publicó una entrevista con Carlota Casiraghi, miembro de la realeza monegasca, en la que demuestra su admiración por la autora de 'La tumba de Antígona', de la mano de su profesor, Robert Maggiori.

El entrevistador pregunta a Maggiori: "Citas en muchas ocasiones a la filósofa española María Zambrano, que escribió: Lo que debería saber el filósofo el poeta siempre lo había sabido". La respuesta del profesor: "La conocemos poco en Francia. Está en la línea de Simone Weil, de la filosofía sensible, que asegura que "somos" en lugar de "tener" las "pasiones". Y la segunda hija de Carolina de Mónaco apunta: "La descubrí gracias a Robert. Su forma de hacer filosofía es completamente poética".

Fue en el último año de bachillerato en el liceo François-Couperin de Fontainebleau el que introdujo a Carlota al mundo de la filosofía. Su profesor, Robert Maggiori, crítico del diario 'Libération', fue su gran cicerone en este universo. El propio Maggiori asegura que Carlota fue su mejor alumna en sus 40 años de carrera. "Gracias a la filosofía lo veía todo más claro, tenía la sensación de ser más consciente", señaló Carlota en una entrevista de hace unos años en 'Philosophie Magazine'.

"La inquietud y la angustia existencial forman parte de la vida de cada uno. Mi experiencia personal está marcada por acontecimientos tristes, como la muerte prematura de mi padre, pero son cosas que le pasan a todo el mundo, independientemente de su origen", señala. "La compañía de los filósofos me daba la impresión de que no estaba sola", concluye. Hoy sabemos que María Zambrano fue una de las acompañantes de Carlota en sus momentos de angustia e incertidumbre.