Javier Ojeda presenta hoy, en directo y con entrada gratuita, cada una de las canciones de su flamante lanzamiento discográfico, Soledades escogidas. Lo hará entre amigos, en La Fábrica de Cerveza situada en el Soho de la capital, en la calle Trinidad Grund, 29. «Defino el nuevo trabajo como una minicolección sobre la soledad, pero con procedencia muy dispar. Un tema andino de los 80, uno inglés de hace tres o cuatro años y uno español de los 40», relata quien aspiró a ser periodista antes que excepcional musicólogo y, definitivamente, intérprete intergeneracional.

Cual orfebre para la confección de cada una de sus joyas en solitario, Ojeda define con minuciosidad de relojero suizo cada una de estas nuevas piezas: «Mientras estás ausente es la desesperación ante la pérdida del ser querido, En la soledad sirve de aliento optimista del amigo que anima a superar los malos momentos, y Cuando la luna sale es el llano del amante despechado». El vocalista de Danza Invisible también aclara que no existe tema principal en este EP, puesto que se lanzará un vídeo para cada canción (La Fábrica de Cerveza sirvió, de hecho, para lanzar el de Mientras estás ausente).

«Si tenemos que encontrar un nexo de unión lo encontramos en que intervienen los mismos músicos en cada tema, mi banda de acompañamiento actual, o el hecho de que han sido registrados los tres temas en el estudio PuertoRecords del gran Manolo Toro», agrega. En cuanto a la edición en vídeo, Ojeda ha contado con José Cortés y Manolo Rubio para ese único tema que por ahora dispone de soporte en YouTube. «Fue filmado íntegramente en la Casa de María Barrabino, en Torremolinos, con la participación de la actriz Lucía Alfaro y del Área de Cultura del Ayuntamiento», argumenta también.

Asegura que este año se trataba de hacer «este experimento», de no lanzar un álbum completo, por el simple hecho de que actualmente «los formatos ya importan menos. En realidad estamos en la primera parte de una especie de disco. Lo voy a lanzar en dos partes porque son dos partes conceptuales», indica.

Pero por qué justo ahora. Reconoce el intérprete afincado en Torremolinos desde su juventud que el pasado año fue agotador. «Fue el de más conciertos de toda mi carrera musical. Si cuento las intervenciones benéficas en total llegué a más de 90», reconoce.

Alguna versión que había escuchado y que tardó en reconocer, el empuje de tener la maqueta preparada en casa de Miguel Pareces (el productor que ahora se encuentra de tránsito sabático, alejado por completo de la música) y la guinda que aportaron Agustín y Dani, que a la vez son intérpretes de Jarrillo Lata: de todo ese cóctel nacieron estas «soledades escogidas».

Por los compañeros de escenario de Jarrillo Lata también surgió la posibilidad de grabar en Toro: «Se trataba de dejarlo todo listo en una sola jornada, como si fuese un directo. Y así partió también la oportunidad de lanzar sencillos, de olvidarme, al menos por un tiempo, del formato tradicional de LP, que es algo que ya no resulta rentable», finaliza.

El cantante reconoce sentirse en la actualidad más libre que nunca, capaz de hacer lo que no hubiese imaginado en otros tiempos. De hecho, ya tiene el segundo EP «bastante avanzado». Y para 2019 no descarta, además, hacer balance y recopilar todos sus trabajos en solitario. «Pero lo que no depende de mí es volver a editar con Danza Invisible», confiesa.