Para una generación que había sido "criada para el hedonismo, en una abundancia inédita en este país", el golpeo de la crisis económica ha hecho buscar "refugio" en la nostalgia de la infancia, según el escritor y periodista Lucas Martín, autor del ensayo "Atrapados en Nunca Jamás".

"Es inevitable esa nostalgia de la infancia, un periodo de la vida en el que se inicia la catalogación emocional del mundo y una etapa en la mayoría de los casos en la que te sientes amparado y protegido, algo que se desvanece conforme se crece", ha afirmado Lucas Martín (Úbeda, 1981) en una entrevista con Efe.

Añade que en su generación en España todo ha pasado "de manera abrupta", después de haberse criado en la abundancia y "en contraste con la generación anterior, que hizo un viaje de casi tres siglos, creciendo en la miseria y llegando a las vacaciones pagadas".

"De repente, una generación criada tremendamente arropada se ve cortocircuitada por la crisis y en tierra de nadie, y ni siquiera los mecanismos de supervivencia que ha aprendido le sirven, porque el contexto ha cambiado y son inútiles".

Ante esta situación, se busca "refugio y evasión en la infancia, un periodo en el que había seguridad y confort, y unas expectativas de realización personal mucho más amplias".

Ha resaltado además que la memoria "se manipula conscientemente, se customiza y se embellece", por "la necesidad de tener ese refugio, aunque sea para poder volver a evocarlo".

"Hay infancias muy infelices que acaban evocándose como algo, si no deseable, sí entrañable y que incita a la emoción. El pasado nos parece mucho más válido y confortable que el presente, por la incapacidad de vivir y disfrutar el presente", ha apuntado el autor de este libro publicado por la editorial La Caja Books.

Y, cómo no, ante esta situación ha surgido "toda una industria de consumo que se ha dado cuenta y que explota hasta la saciedad el discurso de la nostalgia, cómo volver y quedarnos enquistados en lo que fuimos y en lo que podríamos haber sido".

El panorama es "sombrío" a juicio de Lucas Martín, porque "no es cuestión de apelar a un optimismo de barraca de feria", y es necesario "un ejercicio de responsabilidad".

"Se vilipendia a esta generación sin reparar en que era muy difícil abstraerse del contexto y pensar que esta abundancia podía acabar algún día", ha añadido el escritor afincado en Málaga.

Este ensayo "tiene parte optimistas, pero no es optimista", según su autor, que cree que es obligado "generar esperanza, aunque sea al fondo de una montaña de objetos y fetiches de los 80 y los 90, porque, si no, se produce abulia y desconexión".

También considera necesario "un toque de atención para salir del atolladero y del ensimismamiento, coger las riendas y tomar autonomía, porque para salir del pozo lo primero es señalar y darte cuenta del fango que tienes alrededor".

"Atrapados en Nunca Jamás" forma parte de "La Caja de la Nostalgia", un cofre de tres libros editado por La Caja Books en el que también están incluidos el relato "Votos", del bilbaíno Iván Repila, y el ensayo "Tecnostalgia", del canadiense Jasmin Cormier y las brasileñas Mayka Castellano y Melina Meimaridis.