Aclaró que a cambio de esto reclama "un acceso ambicioso a los mercados" agrícolas e industriales del resto del mundo.

La última propuesta que EEUU había hecho a ese respecto aludía a rebajar esas ayudas a 17.000 millones de dólares anuales.

Actualmente, el límite de EEUU para las subvenciones a la agricultura es de 48.000 millones de dólares, aunque la negociadora estadounidense reconoció que nunca se ha desembolsado tal cantidad.

En cambio, precisó que hace unos cinco años esas ayudas alcanzaron 24.000 millones de dólares, por lo que recalcó que "cualquiera que entienda sobre mercados agrícolas verá la importancia de la cifra que ahora proponemos".

Este anuncio tuvo lugar poco antes de que los ministros de una treintena de países en la OMC reanudaran su reunión, que empezaron ayer en Ginebra, en la que se espera que pongan sobre la mesa las ofertas finales de sus gobiernos tanto en materia agrícola, como en apertura de mercados para productos industriales.

Numerosos países han recordado en los últimos días que EEUU gasta actualmente 7.000 millones de dólares en subvenciones a la agricultura, debido a los altos precios de los alimentos en los mercados internacionales, por lo cual si se acordara cualquier cifra superior a 14.000 millones podría hasta duplicar esas ayudas.

A esa crítica, Schwab respondió que "cualquier que haya sugerido números fuera del texto (agrícola que sirve de base para las negociaciones de estos días) no muestra esfuerzos por concluir la Ronda de Doha".

Adelantó que su delegación distribuiría entre los periodistas información que corrobora "la importancia de este paso".

El programa de ayudas de la Administración de George Bush está vinculado directamente al precio de los productos agrícolas, así que ésas suben cuando éstos bajan a nivel internacional.

La responsable de Comercio de EEUU dijo que hacía esta oferta sin saber lo que responderían momentos después los ministros con los que iba a reunirse.

Schwab fue clara al señalar que esta propuesta debería dar lugar a concesiones del resto de países y que, en esta ocasión, a todos les toca tomar "decisiones difíciles".