El magistrado Arthur González, del Tribunal Federal de Bancarrotas en el Distrito Sur de Nueva York, aprobó el plan el domingo por la noche después de que determinó que la única salida a la situación de Chrysler era la liquidación de la empresa fundada hace 84 años.

El accionariado de la nueva Chrysler se repartirá entre un fondo fiduciario gestionado por el sindicato United Auto Workers (55 por ciento), Fiat (20 por ciento pero con la opción de aumentar hasta el 35 por ciento) y el resto los gobiernos de Estados Unidos y Canadá.

El Departamento del Tesoro y United Auto Workers (UAW) han acordado que el sindicato no participará en la gestión de la nueva Chrysler, tarea que quedará totalmente en manos de Fiat, a pesar de contar con la mayor participación accionarial.

Según dijo el periódico "The Detroit News", el juez González emitió tres decisiones. La primera aprobando la venta, la segunda rechazando las objeciones al uso de fondos públicos para reestructurar a las empresas y la tercera sobre un acuerdo fiscal relacionado con la venta de Chrysler.

La nueva empresa se llamará Grupo Chrysler LLC. El juez dijo en su decisión que el acuerdo de venta a Fiat ofrecía más valor que la liquidación.

Los tenedores de deuda asegurada de Chrysler, unos 6.900 millones de dólares, recibirán 2.000 millones de dólares en efectivo para cancelar la deuda. Fiat puede retirarse del acuerdo si la venta no se concreta antes del 15 de junio.