La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas y cooperativas a empresas y particulares superó en enero el 5% por primera vez desde febrero de 1996 y alcanzó el 5,19%, porcentaje que aumentaría hasta el 5,31% si se incluyeran los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC).

Los EFC no se incluyen en el cómputo moroso total del sistema financiero español para evitar que distorsionen el porcentaje general, ya que su mora es mucho más elevada que la del resto de entidades (fue del 10,21% en enero) y además no pueden tomar fondos, sino sólo prestarlos, lo que supone una gran diferencia.

Sin embargo, pese a que el porcentaje de impagos de los EFC es muy alto, lo cierto es que se mantuvo estable con respecto al del mes anterior, al contrario de lo que ocurrió con los bancos, cajas y cooperativas, que vieron crecer su mora de nuevo en enero en comparación intermensual tras registrar algún que otro respiro en los meses precedentes.

La morosidad más elevada de estos tres tipos de entidades fue de nuevo la de las cajas, del 5,34%, que volvió a aumentar en comparación con el 5,05% del mes anterior después de caer durante cuatro meses consecutivos, siempre en comparación intermensual.

Pero la mora de las cajas de ahorros, inmersas actualmente en un proceso de reestructuración y sin presidente en su patronal, la CECA, tras la dimisión ayer de Juan Ramón Quintás, cada vez está más cerca de la de los bancos, que en enero alcanzaron el 5,18%, también por encima del 5,01% del mes anterior.

La mayor calidad crediticia correspondía a las cooperativas de crédito, que tenían un ratio del 3,97%, también por encima del 3,76% de diciembre.

En tasa interanual, la morosidad ha crecido 1,388 puntos, algo menos que el mes anterior, cuando el incremento fue de 1,662 puntos, ya que en enero de 2009 se situó en el 3,809%.

Las entidades financieras clasifican los créditos como dudosos cuando su titular, sea un particular o una empresa, acumula tres meses consecutivos de impago, según la legislación vigente.