La confianza de los consumidores españoles se situó en mínimos históricos durante el segundo trimestre del año, mientras que a nivel mundial se incrementó y retornó a niveles de 2007, previos a la crisis, según un informe de Nielsen.

Concretamente, la confianza de los consumidores en España descendió 10 puntos entre abril y junio, hasta los 69 puntos, y, en paralelo, ascendió ligeramente en el mundo hasta los 94 puntos, tras el quinto incremento trimestral consecutivo.

El descenso en el caso de España sitúa al país en la parte baja de la UE, superando sólo a Irlanda (68 puntos), Hungría (65), Francia (63) e Italia (71).

Sólo el 23% de los encuestados opina que sus perspectivas laborales para los próximos doce meses son excelentes o muy buenas, frente al 41% que cree que no son tan buenas y un 31% que las considera malas. En cuanto a la situación económica personal, estos porcentajes son del 38%, 44% y 14%, respectivamente.

En este contexto, sólo un 21% de los españoles piensa que es un buen momento para realizar compras una vez realizados los gastos imprescindibles, frente al 49% que cree que no es tan buen momento y un 28% que opina que es malo.

Cubiertos esos gastos imprescindibles, un 46% de los españoles destinaría el dinero sobrante a ahorrar y un 30% a pagar deudas y gastos de las tarjetas de crédito.

El paro nos quita el sueño

Por otro lado, las principales preocupaciones de los españoles son el paro y la seguridad laboral, citadas en primer o segundo lugar por el 37% de los encuestados, y la economía, con un 39%, a las que se podría sumar las deudas (12%).

Y es que sólo un 22% de los españoles piensa que el país saldrá de la crisis en los próximos doce meses, frente al 58% que opina que no, y el 20% que no lo sabe.

El informe destaca también que el 70% de los encuestados dice haber cambiado sus hábitos de consumo en el último año de la crisis, sobre todo, mediante un menor gasto en ropa (68%), cambiando a marcas de alimentos más económicas (64%), con el recorte de gastos de ocio fuera de casa (63%), o reduciendo los gastos en gas y electricidad (52%) y teléfono (48%).

Además, el 40% de ellos aseguran que cuando se salga de la crisis seguirán ahorrando en gas y electricidad (40%), teléfono (33%), alimentos (30%) o ropa (22%).