El pleno del Congreso aprobó en la tarde del martes definitivamente el límite de gasto presupuestario para el próximo año después de que lo rechazara a la mañana el Senado, donde el voto favorable de los socialistas, unido a las abstenciones de CiU, CC y UPN, resultaron insuficientes para sacarlo adelante.

El techo de gasto recibió el visto bueno con 169 votos a favor del PSOE, 13 abstenciones de CiU, CC y UPN, y 167 en contra del resto de partidos (PP, ERC, IU-ICV, PNV, BNG, NaBai y UPyD). En esta ocasión sólo era necesaria la mayoría simple.

Una vez conseguido el visto bueno parlamentario, el Gobierno contará con un límite presupuestario para elaborar los Presupuestos Generales del Estado de 2011 de 122.256 millones de euros, un 7,7% menos que en 2010.

La votación en el Congreso y el rechazo previo del Senado ha permitido comprobar la soledad del Ejecutivo en materia económica en el Parlamento y augura una difícil tramitación de los Presupuestos este otoño.

Pese a todo, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, volvió a defender el límite de gasto y su recorte del 7,7% como parte de la estrategia de consolidación de las finanzas públicas y del objetivo de reducción del déficit público para los próximos tres años.

"La contención del déficit público es objetivo urgente y prioritario", aseguró Salgado, quien insistió en que hoy por hoy ésta es para el Gobierno su principal meta, "orientada a consolidar la recuperación económica y la sostenibilidad presupuestaria a medio plazo".

Según la vicepresidenta, no será posible seguir avanzando en el camino de la recuperación si no se intensifican en 2010 y en 2011 los esfuerzos para estabilizar las finanzas públicas.

En contra de los argumentos de la vicepresidenta, el senador del PP Francisco Utrera Mora rechazó que generen confianza los cambios sucesivos que han sufrido los presupuestos de 2010 y que no han supuesto un verdadero ajuste presupuestario, sino únicamente "un martillazo a determinados colectivos".

Aún compartiendo plenamente el objetivo de estabilidad presupuestaria marcado por el Gobierno, el senador popular criticó la "escasa voluntad" del Ejecutivo por hacer un "verdadero ajuste donde es realmente necesario: la propia estructura de la Administración General del Estado y del resto de Administraciones Públicas".

Antes del debate en el Senado, los Presupuestos fueron objeto de discusión entre José Luis Rodríguez Zapatero y el líder del PP, Mariano Rajoy. Rajoy instó a Zapatero a informar de cuáles serán esos nuevos esfuerzos que según el jefe del Ejecutivo tendrá que hacer la ciudadanía y que se contemplarán en los Presupuestos.

Zapatero acotó este nuevo esfuerzo a un solo colectivo: los ciudadanos con una "alta capacidad económica". El presidente volvía así a recordar su intención de elevar la fiscalidad de las rentas más altas, aunque tampoco en esta ocasión dio detalle de los instrumentos que se utilizarán para hacerlo.