La Unión Sindical de Controladores Aéreos (Usca) convocará a la asamblea nacional de la organización para "debatir y votar" la convocatoria de una huelga como respuesta a la "provocación" del Gobierno con el real decreto sobre jornadas y descanso de los miembros del colectivo aprobado ayer.

En un comunicado, el comité ejecutivo del sindicato considera que el real decreto, que establece descansos para los controladores civiles de tránsito aéreo de 30 minutos cada 2 horas de actividad operativa, tiene el único objetivo de "dinamitar" las negociaciones en curso.

Por eso, para el presidente de Usca, Camilo Cela, todo lo vivido en los últimos días "no ha sido más que una farsa" y tacha de "piruetas demagógicas y propagandísticas" las palabras sobre la negociación que ha utilizado el ministro de Fomento, José Blanco.

Además, asegura que "no le ha importado poner en grave peligro uno de los sectores clave de la economía española" y añade que "han jugado con la seguridad y han ocasionado gastos a las compañías aéreas".

Ante esto, Cela justifica que la única vía posible para "salvar la dignidad" de los controladores es la convocatoria de una huelga, si la asamblea nacional la aprueba.

También sería una forma de acabar con las acusaciones de que los controladores han hecho huelgas encubiertas en las últimas semanas, en las que por el elevado y repentino número de bajas médicas del colectivo el Ministerio de Fomento pidió la intervención del fiscal general de Estado, Cándido Conde-Pumpido, por si había delito.

Posteriormente, a un 66,34% de los controladores que se ausentaban del trabajo por estar de baja médica se les dio de alta tras pasar la revisión médica, es decir de 205 que tenían la baja a 136 se les dio de alta.

Pero ante esto los controladores aseguran que desde el gestor aeroportuario, AENA, a algunos de ellos se les está "obligando" a trabajar sin estar en condiciones de hacerlo, por lo que ahora dicen que pedirán el informe detallado sobre las labores de inspección de la Seguridad Social.

Por último, inciden en que a pesar de la situación a la que el colectivo está siendo "sometido" están cumpliendo de forma "escrupulosa y eficiente" con su trabajo, y recuerdan que han derrochado "sensatez y responsabilidad" en los últimos meses.

"Dimos un ejemplo después de recibir el tremendo "decretazo" de febrero; dimos un ejemplo cuando se puso en duda nuestra profesionalidad al abordar la Semana Santa y hemos dado un ejemplo intentando negociar cuando la otra parte nos ha sometido a continuas provocaciones", afirmaron.