El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha afirmado este lunes que aunque la huelga general del 29 de marzo se pretenda presentar "como un pulso entre los sindicatos y el Gobierno", se trata de un "envite del conjunto de la sociedad española" para que se dé marcha atrás una reforma laboral cuyas medidas, ha advertido, no desaparecerán cuando acabe la crisis.

Méndez, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha señalado que los sindicatos brindan a la sociedad española, de la que ellos forman parte, un cauce democrático para expresar su rechazo a una reforma laboral "con la que todo el mundo pierde": los jóvenes, los trabajadores de mayor edad, los temporales, los indefinidos, los parados, etc.

El líder de UGT ha asegurado que ha sido el Gobierno "quien ha provocado" el momento en el que se ha convocado la huelga y ha pedido al Ejecutivo que abandone el doble lenguaje que está manteniendo. "No se puede decir que esta reforma da oportunidades para crear empleo y luego se presenta un cuadro macroeconómico a Bruselas donde el propio Gobierno te reconoce que se van a destruir este año entre 630.000 y 650.000 empleos. Eso tiene que ver con la recesión, pero también con una reforma laboral que facilita el despido", ha añadido.

Méndez ha recordado que mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decía que la reforma laboral era "justa, necesaria y equilibrada", el ministro de Economía, Luis de Guindos, confesaba que era "extremadamente agresiva". "Pretenden convertirse en los discípulos más aventajados con este ajuste", se ha lamentado.

El dirigente sindical ha dejado claro además que las reuniones que mantienen con el Gobierno sobre la reforma laboral son de carácter técnico, por lo que no se trata de una verdadera negociación. "Todos los canales que nos brinden los vamos a aprovechar, pero siendo conscientes de que esto no resuelve el problema y que lo que se necesita es una verdadera negociación para no llevar adelante este desafuero", ha dicho.

Méndez cree que, en base a la experiencia, el Gobierno del PP acabará por echarse atrás, pues ya lo hizo en 2002, cuando se rectificó la reforma aprobada por José María Aznar. Además, ha subrayado que el Gobierno de Rajoy es el de las modificaciones y los cambios, ya que ha modificado "de manera vertiginosa" sus promesas electorales.

"Este Gobierno termina haciendo al final lo contrario de lo que dice, y por el rechazo social a estas medidas, al final tendrá que modificarlo como ya pasó en 2002, cuando una hubo crisis de gobierno y una modificación profunda de lo aprobado", ha explicado.

Méndez ve lógico que exista algo de miedo entre los trabajadores por secundar la huelga en unas circunstancias económicas como las actuales, pero ha recordado que esta reforma significa un "antes y un después" y que tras ese después no hay marcha atrás. "Para defender el futuro hay que superar ese miedo puntual de ese día", ha añadido.

Toxo quiere negociar

El secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, ha asegurado este lunes que sólo se replantaría la convocatoria de huelga general para el 29 de marzo si el Gobierno accede a negociar la reforma laboral, y le ha recordado que se puede aprovechar este mes para ello y evitar así "una escalada del conflicto".

"Tenemos una oportunidad este mes para hacer una negociación. Yo le ofrezco el Gobierno que en diez días nos pongamos de acuerdo sobre cuestiones clave (...) No me voy a situar mentalmente en segundas o terceras huelgas. Prefiero presuponer que el Gobierno va a atender la llamada que estamos haciendo para que abra una mesa de negociación. Así no tendremos por qué plantearnos que pasará después del día 29 y acaso podríamos replantearnos lo del día 29", ha dicho.

Toxo, en declaraciones a la cadena Cope recogidas por Europa Press, ha asegurado que no le preocupa el futuro de los sindicatos, sino el de las relaciones laborales en España, y ha insistido en que el país podría "ahorrarse muchos disgustos" si se reconducen las cosas "al punto del que nunca debieron haber salido: a una mesa negiociacion".

Respecto a las críticas que han recibido los sindicatos haber convocado una huelga general al Gobierno del PP sin haber esperado a que pasaran los 100 días de gracia, Toxo ha respondido que Mariano Rajoy tampoco le ha dado a la ciudadanía ni 100 días antes de poner en escena la reforma laboral "más lesiva de la democracia". "El señor Rajoy es el que ha marcado la agenda", ha precisado el dirigente sindical.

Toxo ha recordado a Rajoy que lo de excusarse en "la herencia" que ha recibido del PSOE para seguir haciendo políticas de ajuste sólo "le puede durar un tiempo", pues "ya está empezando a contabilizar sus propios parados" y hay 16.000 millones de euros en recorte de gasto que "ya no forman parte de la herencia".

El dirigente sindical ha acusado al Gobierno de "estar utilizando de rehenes a los 5 millones de personas en desempleo para agitarlos contra el resto de la sociedad y para vaciar los derechos laborales" y ha pedido respeto tanto a los que decidan secundar la huelga como a los que acudan ese día al trabajo.

"El derecho de huelga es un derecho democrático, que hay que abordar con absoluta normalidad. La gente ha de saber que puede ir libremente a la huelga, evitando coacciones, sean del tipo que sean", ha señalado.

Sobre las críticas que han recibido los sindicatos por hacer coincidir las manifestaciones de ayer con el aniversario de los atentados del 11-M, Toxo ha lamentado que desde el Gobierno central "se esté intentando manipular sentimientos una fecha tan señalada".

El dirigente sindical ha subrayado que el Ejecutivo central no tenía programado ayer ningún acto de homenaje a las víctimas. "No molestaba la fecha, sino las manifestaciones y los objetivos. No hemos mezclado esto en absoluto, quien lo hizo fue el PP a través del ministro de Justicia y luego del ministro del Interior, lo cual me parece lamentable. Da la sensación de que el PP tiene una relación tormentosa con esta fecha y lo que no acepto es que ni el PP ni nadie tenga el monopolio del dolor en España", ha avisado.