El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo hoy sus previsiones de contracción económica para 2012 mientras revisó a la baja sus pronósticos de inflación para este año y 2013.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que el BCE prevé ahora que la economía de la zona del euro se contraerá en 2012 una media del 0,1 % (con un rango de crecimiento entre un -0,5 y un 0,3 %), como había previsto en marzo.

El BCE pronostica que la economía de la zona del euro crecerá una media del 1% en 2013, en un rango entre el 0 y el 2 %, lo que supone una pequeña revisión a la baja respecto a los pronósticos de marzo (entre el 0 y el 2,2 %).

Además, el BCE ha revisado a la baja sus previsiones de inflación para la zona del euro en 2013.

El BCE prevé para 2012 una inflación media del 2,4 % y pronostica que la tasa de inflación se situará este año entre el 2,3 y el 2,5 % en 2012, frente al 2,1 y el 2,7 % pronosticado en marzo.

Para 2013, el BCE prevé que la inflación se situará en una media del 1,6 %, en un rango entre el 1 y el 2,2 % (frente al rango entre el 0,9 y el 2,3 % previsto en marzo).

Draghi dijo que "en el horizonte relevante para la política monetaria esperamos que los precios se mantengan en línea con la estabilidad de precios".

"El consejo de gobierno continúa viendo que los riesgos para las perspectivas a medio plazo para los precios están ampliamente equilibradas", apostilló Draghi.

Por otra parte, Draghi ha garantizado que la entidad monetaria adjudicará liquidez ilimitada a un interés fijo hasta comienzos de 2013.

Draghi dijo que el BCE conducirá las subastas semanales con un procedimiento de adjudicación plena y tasa de interés fija hasta el 15 de enero de 2013, es decir que prestará a los bancos toda la liquidez que necesiten hasta entonces en su operación de refinanciación principal.

Además, el BCE llevará a cabo las operaciones de refinanciación con un mes y tres meses de vencimiento también mediante un procedimiento de adjudicación plena y tasa de interés fija hasta finales de 2012.

Tipos de interés en el 1%

Varios miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) han defendido en la reunión de junio la necesidad de rebajar los tipos de interés, tal y como ha reconocido el presidente de la institución, Mario Draghi, quien, a pesar de no comprometerse de antemano al respecto, aseguró que un potencial recorte de la tasa en julio no implicaría admitir un empeoramiento de la situación.

"La decisión se adoptó por amplio consenso", reconoció Draghi al referirse a la última reunión del Consejo, que mantuvo estables los tipos en el 1%, admitiendo así la aparición de fisuras en el órgano de Gobierno de la entidad tras la unanimidad de sus decisiones recientes.

"Los pocos que no estuvieron de acuerdo pidieron una rebaja de tipos, pero fueron muy pocos", dijo Draghi, quien rechazó categoricamente que una posible rebaja de tipos en julio pudiera enviar un mensaje pesimista a los mercados.

"Estamos muy lejos de aquella situación. Hay diferencias entre entonces y ahora. Ahora sabemos exactamente donde están los problemas", dijo el presidente del BCE al comparar la situación vivida tras la quiebra de Lehman Brothers con la actual crisis.

Asimismo, Draghi destacó que los miembros del Consejo del BCE son conscientes de que los últimos datos macroeconómicos recibidos con posterioridad a la elaboración de las previsiones de la institución sugieren un debilitamiento de la economía. "Estamos listos para actuar", afirmó.

Sin embargo, el banquero italiano volvió a enviar un recado a los gobiernos de la eurozona al asegurar que "la política monetaria no puede suplantar el papel de las instituciones"

No hay balas de plata

Así, a pesar de que la entidad ha decidido renovar sus operaciones extraordinarias de liquidez con tipo fijo y adjudicación plena en los casos de subastas a corto y medio plazo, el presidente del BCE declinó pronunciarse sobre la posibilidad de retomar las adjudicaciones de fondos a largo plazo (LTRO).

"Hay que tener en cuenta que todas nuestras medidas no convencionales son temporales por naturaleza, vigilaremos de cerca la evolución de los acontecimientos", apuntó Draghi.

Respecto a las subastas de liquidez a tres años, el presidente del BCE destacó que han evitado graves problemas y que los indicadores actualmente son ligeramente mejores de lo que eran en noviembre, a pesar de un cierto empeoramiento reciente.

"La cuestión ahora es si estas LTRO son efectivas. Existe una fragmentación de la liquidez, con zonas donde hay escasez y excedentes en otras. Deberíamos preguntarnos a qué es debido...Algunos problemas de la eurozona no tienen nada que ver con la política monetaria, por lo que no creo que sea correcto cargar a la política monetaria suplir la falta de acción de otras instituciones".

De hecho, el banquero italiano advirtió de que "no existen balas de plata" para resolver la situación, apuntando que, por lo tanto, la mejor contribución que puede hacer el BCE es mantener una política monetaria orientada a la estabilidad de precios.