El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reclamó hoy a los dirigentes europeos "acciones claras, cuanto antes, para inyectar capital en los bancos débiles".

En una comparecencia en la Casa Blanca en la que comentó la situación económica del país y el impacto de la crisis de la deuda en Europa, Obama afirmó que los líderes europeos "comprenden la seriedad de la situación".

"He estado en frecuente contacto con ellos en las últimas semanas y sabemos que hay pasos concretos que ellos pueden tomar para evitar que la situación empeore", agregó.

A corto plazo, argumentó, los países europeos tienen que "estabilizar su sistema financiero".

Una parte consiste en adoptar "medidas claras, lo antes posible, para inyectar capital en los bancos débiles", insistió.

Igual de importante, añadió Obama, "es establecer un marco y una visión para una eurozona más fuerte, incluida una cooperación más profunda en los presupuestos y en la política bancaria".

Ello tomará tiempo, pero "mostrar la voluntad política de compartir los beneficios y las responsabilidades de una Europa más integrada sería una señal fuerte", dijo.

Grecia

Barack Obama aconsejó también a los ciudadanos griegos la permanencia de su país en el euro, porque los sacrificios "serán mayores, si eligen salir de la zona euro".

Obama aseguró que "es de interés para todos que Grecia continúe en la zona euro respetando sus compromisos de reforma".

"Reconocemos los sacrificios que el pueblo griego ha hecho y los líderes europeos entienden la necesidad de proporcionar ayuda, si el pueblo griego elige permanecer en la zona euro", dijo Obama.

Pero el pueblo griego también tiene que reconocer "que sus sacrificios seguramente serán peores si eligen salir de la euro zona", añadió el presidente estadounidense.

Grecia celebrará el 17 de junio unas elecciones generales muy reñidas, en la que está en juego el apoyo de la ciudadanía al segundo paquete de rescate negociado con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Sin él, el país se vería obligado a suspender pagos y, con toda probabilidad, a abandonar la moneda única europea