La presión que están ejerciendo los mercados sobre España ha provocado un nuevo repunte del bono nacional a diez años, que ha terminado hoy en el 6,75 %, un nuevo máximo al cierre de una sesión desde la entrada en el euro.

La prima de riesgo española, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, también ha subido hoy hasta los 526 puntos básicos.

Además, el interés que se paga por el bono alemán a diez años, ha caído hasta el 1,48 % desde el 1,50 % de esta mañana, una cota en la que no se situaba desde el pasado 11 de mayo.

Tras cerrar ayer en máximos (6,71 %), el interés que se paga por el bono español a diez años subía hoy en la apertura hasta el 6,72 %, afectado por las incógnitas que sigue suscitando en el mercado las condiciones de la ayuda que ha puesto Europa a disposición de la banca española.

Además, los analistas consultados por Efe atribuyen este alza al temor que existe en el mercado a que los resultados electorales de Grecia propicien la salida del país del euro.

Todos estos factores han provocado que la tensión de los mercados no solo se centre en España, también en otros países como Grecia o Italia, país del que los analistas prevén que tendrá que pedir ayuda a corto plazo.

Esta presión se ha notado hoy en la subasta del Tesoro italiano, que aunque ha logrado colocar los 6.500 millones de euros previsto, ha tenido que aumentar el tipo de interés, que ha pasado del 2,34 % de la pasada emisión de mayo al 3,972 % de hoy.

Al cierre de la sesión, la prima de riesgo de Italia se ha incrementado hasta los 473 puntos básicos, desde los 466 que marcaba en la apertura.

La prima de riesgo de Grecia ha cerrado en los 2.756 puntos básicos, frente a los 2.905 de esta mañana, en tanto que la de Portugal ha caído hasta los 921 puntos básicos, 15 menos que en la apertura.

Por último, la prima de riesgo de Irlanda ha pasado de los 588 puntos básicos del inicio de la sesión a los 587 del cierre.

Al contrario que la prima de riesgo española, los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares caían al cierre hasta los 551.000 dólares anuales.

Pese a haberse reducido hoy, los CDS españoles siguen cerca de máximos (553.343 dólares) y son los séptimos más caros del mundo detrás de los de Argentina, Ucrania, Venezuela, Irlanda, Hungría y Croacia.