El comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, ha considerado hoy "exagerada" la presión que soportan en los mercados tanto la deuda soberana como los bancos españoles, a los que la agencia de calificación de riesgos Moody's rebajó la nota el lunes.

Durante su intervención en un curso sobre la crisis del euro organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Almunia ha considerado que la "tensión" y la "volatilidad" que vive España en los mercados son excesivas, y ha confiado en que empezarán a disiparse cuando se conozcan los detalles del programa de ayuda a la banca.

Aunque no ha querido opinar sobre la decisión de Moody's de rebajar la calificación de 28 entidades financieras españolas, sí ha subrayado la "necesidad" de "romper el vínculo entre la crisis de la deuda soberana y los problemas en el sistema bancario".

Así, ha dado por seguro que en el futuro habrá una "mutualización de la deuda pública" europea, pero ha advertido de que "no se puede pasar de la nada al eurobono en una sola semana".

El comisario europeo ha explicado que la creación de los "eurobonos" supondrá homogeneizar la calificación crediticia de todos los países del euro y que para eso antes hay que "recuperar la confianza" en algunos de los miembros, lo que requiere "pasos intermedios".

A pesar de estos problemas, ha insistido en que "avanzar en una política que vaya gradualmente mutualizando la deuda pública del euro" le parece esencial.

Además, Almunia ha señalado que esa mutualización deberá completarse con el cumplimiento de las recomendaciones que hacen las instituciones europeas a los países miembros y que, como ya apuntó ayer, deberían considerarse como "obligatorias".

En ese sentido, ha asegurado que "no se puede explicar" que un país pida los "eurobonos" para aliviar su prima de riesgo y al mismo tiempo diga que las recomendaciones europeas "se pueden tener en cuenta o no".

Además, ha apuntado que, dado que la crisis de la deuda pública repercute en las entidades financieras, es importante avanzar hacia una "unión bancaria", que considera el "primer paso" para avanzar para mejorar la unión económica y monetaria.

Ha insistido en que la resolución de la crisis en la zona del euro pasa por un mayor compromiso político y por la cesión de parte de la soberanía, como ya se hizo con la creación de la unión monetaria.