La agencia Standard & Poor's revisó hoy al alza la perspectiva de la deuda estadounidense a largo plazo, al elevarla de "negativa" a "estable", y mantuvo la calificación en "AA+" o sobresaliente alto, una nota que había rebajado en 2011.

La nota de S&P destaca la fortaleza de la economía de Estados Unidos y de su sistema monetario, así como el estatus del dólar como divisa clave a nivel mundial.

Pero también tienen en cuenta el elevado nivel de endeudamiento externo de Estados Unidos, su situación fiscal y la eficacia y estabilidad de las instituciones políticas y del proceso de toma de decisiones.

"Revisamos la perspectiva a 'estable' para indicar nuestra opinión actual de que la probabilidad de una reducción a corto plazo de la calificación es menor a una entre tres", señaló S&P.

La calificadora añadió que no ve riesgos a su análisis favorable de la flexibilidad y eficacia de la política monetaria de Estados Unidos, y subraya que la situación económica de este país igualará o superará a sus competidores en los años próximos.

El análisis de S&P detecta algunas mejoras en la situación fiscal de EE.UU., como el acuerdo entre demócratas y republicanos de comienzos de año para evitar el llamado "abismo fiscal" mediante algunas alzas de impuestos y el inicio de los recortes del gasto público.

Aunque se prevé un nuevo enfrentamiento político por el aumento del techo de endeudamiento (que S&P prevé que ocurrirá hacia el 30 de septiembre, coincidiendo con el final del año fiscal), la agencia no cree que este debate cause "una contracción repentina y no planeada del gasto actual, que podría ser desestabilizadora, y menos aún del servicio de la deuda".

S&P recuerda que la Oficina de Presupuesto del Congreso ha mejorado las perspectivas para el déficit del Gobierno federal estadounidense, gracias tanto a las medidas citadas como a la mejora de la actividad en el sector privado y al aumento de transferencias multimillonarias al Ejecutivo por parte de las entidades hipotecarias semipúblicas Fanny Mae y Freddie Mac.

La agencia considera también que las autoridades monetarias de EE.UU. tienen la fortaleza y la disposición para apoyar "un crecimiento económico sostenido y atenuar choques económicos o financieros de importancia".

Como resultado, S&P espera que el dólar mantenga su posición tradicional como divisa refugio a nivel mundial, lo que a su vez contribuye al elevado endeudamiento del país.

Esta agencia rebajó la nota de EE.UU. de "AAA" (matrícula de honor) a "AA+" en agosto de 2011, y entonces consideró que había un 33 % de probabilidades de acometer una nueva rebaja en un período de entre 6 y 24 meses.

La decisión, que fue criticada por Washington, no fue seguida por las otras dos grandes agencia de calificación, Fitch y Moody's.