La reforma de las pensiones es la última de las grandes partidas económicas a la que el Gobierno ha introducido el bisturí. Presionado por la Comisión Europea, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha incluido entre su programa de acción para el futuro más inmediato una serie de cambios que pasan, fundamentalmente, por la toma en consideración de conceptos como ´revalorización´ y ´sostenibilidad´. Todo con el propósito de asegurar el futuro de las pensiones, como se recalca desde el Gobierno.

Tradicionalmente, el incremento de las pensiones se calculaba a partir del incremento del IPC (índice de Precios al Consumo), el conocido en la calle como ´coste de la vida´. Por ejemplo, el de 2011, que fue del 2,4%, sirvió para calcular las mensualidades de las pensiones de 2012. Se aplica ese porcentaje a la mensualidad y se le suma. Sin embargo, ya el año pasado el Gobierno aprobó una subida del 1%, salvo en algunas pensiones -revalorizadas con el IPC del 2,9%- y hace escasos días ha aprobado el proyecto de ley que desliga la subida del aumento de los precios. Así, las pensiones de 2014 se subirán un 0,25%, lo mínimo establecido legalmente. De todas maneras, este porcentaje es general y aún falta conocer saber las circunstancias particulares de cada tipo de pensión, y de cada pensionista, para establecer la cuantía que recibirá mensualmente cada uno de ellos.

Sectores conocedores de la situación de las pensiones en España advierten que han percibido, en especial en el último año, un mayor número de requerimientos, consultas y preguntas sobre las condiciones necesarias para acceder a una jubilación anticipada. ¿El motivo? La incertidumbre por el porvenir económico del país ha hecho que algunos trabajadores prefieran asegurarse ahora las cantidades más ventajosas para su retiro y no esperar a un futuro que, pese a los síntomas de recuperación, no termina de asomar en el horizonte, al menos en lo que respecta al empleo, el aspecto de esta recesión económica que más preocupa a los españoles. "Las pensiones más alta pierden mucho poder adquisitivo y las más bajas no suben nada", dicen estos sectores.

El desempleo de larga duración y las negativas expectativas, sobre todo entre los parados de mayor edad, de acceder a un puesto de trabajo estable en medio de la crisis, están provocando que muchos trabajadores, en especial del sector de la construcción, a solicitar las jubilaciones anticipadas. El Gobierno ha endurecido los requisitos para acogerse a ella.

El número mínimo de años cotizados y exigidos es de 33. Con 61 años, el retiro es posible en la actualidad en estas condiciones. Sin embargo, la reforma va a elevar esa edad de manera progresiva hasta colocarla en los 63 años en 2027. La pensión de un asalariado que tenga menos de 38 años y seis meses de vida laboral se reducirá el 7,5% por cada ejercicio que adelante la jubilación. Y otro temor que se está instalando entre algunos trabajadores es el de la rebaja de las pensiones máximas, que rondan los 2.500 euros al año, para emparejar su paso con el progresivo aumento de la esperanza de vida en España.