Jesús M. Ruiz-Arriaga es el máximo responsable del despacho de profesionales Arriaga Asociados Abogados, expertos en derecho financiero y que han tramitado cerca de 2.500 casos de afectados por las preferentes, denuncia la vista gorda del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el «mayor engaño de la historia reciente».

¿Las participaciones preferentes que emitieron las entidades financieras hace unos años han sido la mayor estafa de la banca o ha habido casos similares en la historia reciente?

Sin lugar a dudas es la mayor de todas y durante décadas se recordará. Estamos hablando de cientos de miles de personas afectadas. En España no hubo un rescate por parte de la Unión Europea porque el rescate lo pagaron los afectados de las participaciones preferentes y la deuda subordinada, por no decir de los accionistas de entidades como Bankia que fueron totalmente engañados. Nunca podríamos haber imaginado que de manera institucional se pudiera estafar de esta forma y que los poderes públicos lo consintieran y ahora decidan no solucionar el problema. Es un auténtico escándalo que no se quiera solucionar e impartir justicia a un problema que ha podido afectar en su conjunto, entre distintos productos, a más de un millón de personas.

¿Se vendieron a personas capacitadas para comprender estos productos financieros?

Las participaciones preferentes y la deuda subordinada son productos muy complejos y de alto riesgo solo para inversores profesionales o institucionales, no apto para consumidores minoristas. Sin embargo en España, al contrario que en el resto de Europa, se comercializaron con familias y personas que no estaban capacitadas para entender lo que compraban. Según datos recientes, el 96% de las preferentes de Bankia, por ejemplo, se vendieron entre particulares.

¿Cómo es posible que fallaran los organismos reguladores, el Banco de España o la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)?

La respuesta es que al Gobierno lo único que le importaba y le importa es salvar a las cajas de ahorros y los bancos de la crisis financiera. Estas entidades tenían que cumplir unos requisitos de solvencia, de fondos propios, y para eso emitieron títulos como las participaciones preferentes que son algo parecido a las acciones pero mucho más complejas y arriesgadas. La CNMV no realizó su verdadera misión de control y vigilancia. Se limitó a controlar y supervisar aspectos formales de algunos documentos como el folleto de emisión, pero no controló las malas prácticas que entidades como Caja Madrid, Bancaja, y después Bankia, realizaron. El Banco de España no hizo nada. Solo le preocupaba ocultar la crisis bancaria y también hizo la vista gorda.

¿Por qué se vendieron tanto?

Para entidades financieras como Bancaja Caja Madrid, Caja Galicia, Caixa Catalunya u otras fue muy fácil. Tenían toda la información de sus clientes, conocían qué ahorros tenían y cuál era su perfil. Pero sobre todo gozaban de la confianza de estas personas, la mayoría mayores, que creían ciegamente en la caja, que los conocía de toda la vida.

¿Cómo lograron la confianza?

Estas cajas desplegaron una comercialización muy agresiva: llamaban a sus clientes, les explicaban todos los beneficios, no informaban de ninguno de los riesgos ni de la naturaleza de lo que estaban adquiriendo, haciéndoles firmar unos documentos complicados y farragosos, que nada tenían que ver con lo que habían explicado.

¿Quiénes fueron las principales víctimas?

Entre los casi 3.000 afectados que representamos hay un amplio abanico, pero indudablemente las principales víctimas fueron personas mayores con ahorros que, en previsión de su jubilación o su ancianidad, habían guardado dinero. Aunque hay mucha gente que no es mayor, lo más normal es que las personas jóvenes tengan deudas más que ahorros.

¿Qué casos le han impactado más?

También tenemos muchos casos de personas con estudios que no tenían formación financiera y que fueron engañados de la misma manera. Hemos conocido muchos casos en los que la persona afectada era analfabeta, niño o ciego. Incluso alguna que ya había muerto. Recientemente hemos ganado un caso en que la firma de toda la documentación estaba falsificada ya que nuestro cliente nunca se acercó a la oficina. Tenemos casos de personas realmente ancianas y a veces con alzhéimer.

¿Qué entidades vendieron más?

Sin lugar a dudas fueron la entonces Caja Madrid y Bancaja, actualmente, hoy Bankia. Casi todos los bancos y cajas en mayor o menor medida lo hicieron; sobre todo las cajas que, por su mala gestión, tuvieron que recurrir a quedarse con los ahorros de sus clientes para convertirlos en fondos propios.

El arbitraje que decretó el Gobierno, ¿es una solución?

El arbitraje no es una solución porque el Gobierno precisamente no pretende solucionar el problema ya que ha decidido no devolver el dinero de manera general, sino solo a los pequeños afectados. El arbitraje no reconoce el derecho a recuperar el 100% de la inversión y es la consultora de KPGM la que decide cuánto se puede conseguir pero no garantiza ningún mínimo. Puede por ejemplo proponer una recuperación máxima del 60% pero no lo garantiza y no estable un mínimo. Los abogados de KPGM son los que defienden a Bankia ante los tribunales. En el arbitraje no hay toda la transparencia y garantías que existen en los tribunales: abogados, audiencia previa, vista de juicio o posibilidad de apelación. Desde nuestra opinión sería una locura en estas condiciones acudir al arbitraje por un importe significativo, por ejemplo de más de 20.000 euros. La ley por la que se aprobó el arbitraje es una ley que está recurrida por inconstitucional ante el Tribunal Constitucional porque, entre otras cosas, solo plantea arbitraje para pequeñas cuantías pero no para el resto, con lo que de manera grosera no se pretende impartir justicia para todos.