La riqueza financiera neta de las familias españolas -diferencia entre los ahorros y los préstamos que tienen concedidos- alcanzó en el segundo trimestre del año 922.640 millones de euros, el 19,1 % más que hace un año y su nivel más alto desde 2007, en el inicio de la crisis.

Según los datos publicados hoy por el Banco de España, el aumento ha sido de apenas un 1,20 % entre el primer y el segundo trimestre, pero los 10.979 millones de euros sitúan el ahorro familiar de nuevo por encima de los 900.000 millones de euros, lo que no ocurría desde hace seis años.

Los activos financieros de los hogares españoles -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- alcanzaron en junio 1,802 billones de euros, el 5,7 % más que los 1,704 billones del segundo trimestre de 2012 y también su tasa más alta desde 2007.

El ahorro familiar suma así ya cuatro trimestres consecutivos al alza, tras romper la racha negativa que había seguido durante los dos primeros trimestres de 2012.

En depósitos y efectivo, los hogares españoles tenían en marzo 877.952 millones de euros, 27.933 millones de euros más que en junio de 2012 -el 3,2 % más- y 13.897 millones más que en marzo de este año.

En cuanto a la inversión en acciones y otras participaciones, se incrementó un 21 % en tasa interanual hasta 555.111 millones de euros, pero permaneció sin apenas cambios respecto al primer trimestre, cuando alcanzó 551.010 millones.

Por lo que respecta a los pasivos financieros de las familias -los préstamos a corto y a largo plazo y otras cuentas pendientes de pago, como créditos comerciales y anticipos- se redujeron ligeramente a 879.803 millones entre marzo y junio frente a los 911.661 millones que había en marzo.

Lo más llamativo de la partida de los pasivos es el aumento de los préstamos a corto plazo, que han crecido un 1,38 % en tasa interanual y un 18,4 % desde el primer trimestre, hasta 36.531 millones de euros, lo que refleja un mayor consumo con pago aplazado, ya que estos créditos se suelen emplear para adquirir bienes como televisiones o automóviles.

Los créditos a largo plazo, por el contrario, han caído, aunque en este caso acumulan ya varios trimestres de caídas, ya que la crisis económica se traduce en un retraimiento de la clientela a la hora de pedir financiación y hace que las entidades financieras endurezcan sus condiciones.

En concreto, al finalizar el mes de junio las familias residentes en España acumulaban 780.563 millones en préstamos a largo plazo, casi 10.991 menos que en el trimestre anterior y 41.705 millones menos que un año antes.