La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha confirmado este viernes el rating 'BBB' con perspectiva 'estable' de la deuda soberana de España, pero alerta de los riesgos que para la economía puede generar un entorno político "fragmentado" tras las elecciones de 2015.

S&P, que elevó el rating de España en un escalón en la última revisión realizada el pasado 23 de mayo, destaca que las reformas estructurales aprobadas en España desde 2012 han aumentado la competitividad, el empleo y las exportaciones.

Sin embargo, advierte de que persisten las dudas sobre el comportamiento de su economía ante la proximidad de las elecciones generales y regionales de 2015 y el debilitamiento de la demanda interna. Además, incide en que la deflación es "un lastre para el progreso económico y fiscal" del país.

"La posibilidad de que las elecciones generales del próximo año puedan generar un entorno político fragmentado, a nivel nacional y regional, también puede dar lugar a desviaciones en las políticas fiscales y estructurales. Esto podría poner en riesgo los objetivos de déficit público a medio plazo y el crecimiento económico", subraya.

Respecto a Cataluña, remarca que su escenario base es que siga siendo parte de España. En cambio, avisa de que si Cataluña se independiza, los indicadores crediticios del soberano, incluyendo el nivel medio del PIB per cápita, las cuentas externas y la posición de las finanzas públicas, se debilitarían, lo que a su vez podría afectar al rating.

S&P mantiene la nota de España en una categoría similar a la que le otorga Moodys ('Baa2' con perspectiva 'positiva'), pero un escalón por debajo de la de Fitch, que a finales de octubre la confirmó en 'BBB+' con perspectiva 'estable'.