El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha dicho hoy que el lugar que ocupa España en Europa y en el mundo no tiene nada que ver con el que de hace tres años y ha asegurado que, entre 2015 y 2016, España estará a la cabeza de la creación de empleo entre los países miembros de la OCDE.

Montoro ha hecho estas consideraciones en el debate del Congreso sobre los objetivos de estabilidad presupuestaria para el periodo 2016-2018 y el techo de gasto para el próximo año, y ha señalado también que España es un referente de la recuperación económica de Europa.

"La España que se proyecta para los próximos años no tiene que ver nada con la de 2011", ha dicho el titular de Hacienda, que ha asegurado que cada vez se está más cerca de ser el país "en el que todos se reconocen", y que entró con solvencia en la Europa del euro y contribuyó a fundarlo. El ministro de Hacienda ha añadido que después de estar al borde del rescate y del colapso financiero, "España se está convirtiendo en una referencia para toda Europa".

Montoro ha criticado a los que "demonizan" la austeridad y ha hecho referencia a las "estrafalarias" recetas económicas que acaban en corralitos y en recortes de pensiones. Ha subrayado que el Gobierno continuará con la senda de austeridad sin recortes, y ha añadido que el único gasto "irrenunciable" es el gasto social.

Aprobación del techo final

El Congreso aprobará hoy, a expensas de la votación final, el techo de gasto para 2016 y los objetivos de estabilidad (2016-2018) gracias a la mayoría absoluta del PP y el apoyo de UPN, mientras que el resto de la oposición ha votado en contra por entender que se trata de propuestas poco creíbles.

De esta forma, el Pleno del Congreso dará luz verde al límite de gasto no financiero aprobado el pasado viernes en Consejo de Ministros y que fija en 123.394 millones de euros el gasto del próximo año, es decir, 5.666 millones menos que en 2015, lo que se traduce en un 4,4 % de bajada.

En el transcurso del debate, toda la oposición, salvo UPN, ha coincidido en considerar que el cuadro macroeconómico del Gobierno no es creíble y está diseñado en "clave electoral", y además han acusado al Ejecutivo de elaborar unos presupuestos para 2016 "desequilibrados" y alejados de lo social.

La nueva senda supone el cumplimiento de unos objetivos de déficit del 4,2 % del PIB para 2015; el 2,8 % en 2016; el 1,4 % del PIB para 2017 y el 0,3 % para 2018.

El déficit de la Administración central se reducirá progresivamente hasta alcanzar el 0,2 % del PIB en 2018 y el de la Seguridad Social el 0,1 % ese mismo año.

Mientras tanto las comunidades autónomas y las entidades locales tendrán equilibrio presupuestario en 2018, siguiendo con la política de consolidación fiscal.