La canciller alemana, Angela Merkel, presentó hoy el "duro" acuerdo para negociar un tercer rescate para Grecia como la única solución posible, ya que su Gobierno nunca habría vulnerado los tratados y tampoco habría dejado a Grecia caer en una situación de "caos y violencia".

El acuerdo alcanzado entre los 19 miembros de la zona euro, subrayó en la sesión extraordinaria organizada en el Bundestag, es "duro" para los ciudadanos griegos, pero, recordó, también para el resto de socios, que han prometido hasta 86.000 millones de euros.

"Es una muestra de solidaridad europea nunca vista", subrayó la canciller ante el pleno, que autorizará sin problemas el inicio de las negociaciones gracias a la gran mayoría que suman conservadores y socialdemócratas, a pesar de que se esperan decenas de votos de disenso.

Merkel asumió que muchos parlamentarios "tienen dudas" sobre el posible éxito de un tercer rescate heleno y sobre las "fuerzas" del Gobierno griego para implementar las reformas acordadas como contrapartida a la asistencia financiera de sus socios.

No obstante, argumentó la canciller, cualquier otra opción al acuerdo del pasado lunes en Bruselas -una salida desordenada del euro o un incumplimiento de los tratados- habría sido sensiblemente peor.

A su juicio, estas alternativas harían empeorar la situación económica y social en el país heleno y, a nivel comunitario, habrían puesto en duda elementos políticos esenciales, ya que la Unión Europea es también una "comunidad de responsabilidad" y con un destino común.

Haber acordado este nuevo programa para Grecia -y su permanencia en la eurozona- habla asimismo sobre la "capacidad" de Europa para afrontar retos y la prepara para otros desafíos como Ucrania, la crisis de los refugiados y la amenaza del terrorismo yihadista, afirmó Merkel.

"No sólo hemos decidido sobre Grecia. Hemos decidido por una Europa fuerte y una eurozona fuerte", enfatizó.

La jefa del Gobierno alemán aseguró que el acuerdo es el "último intento" de resolver la crisis helena y destacó que Atenas ha cumplido todos los requisitos previos que se le habían impuesto, logrando el apoyo del Parlamento griego el pasado miércoles para las primeras reformas.

Con este compromiso, insistió, se ha conseguido mantener en la eurozona el principio de que toda prestación (financiera) debe ir de la mano de contraprestaciones, en referencia a las reformas y ajustes acordados.

"Tenemos que pensar constantemente que a largo plazo a Alemania no le irá bien si a Europa no le va también bien. A todos en Europa", afirmó.

La canciller cargó contra el Gobierno griego del primer ministro Alexis Tsipras, al que acusó de haberse instaurado durante meses en la "contradicción" al exigir acabar con reformas y ajustes y, a la vez, mantenerse dentro del euro.

A su juicio, el cumplimiento de los tratados europeos es fundamental, lo que aparcaba tanto la posibilidad de una quita de la deuda pública helena -una reivindicación del gobierno griego-, como las transferencias sin contrapartidas.

Además, Merkel les hizo responsables de la actual situación económica de Grecia, que había vuelto a la senda del crecimiento a finales del año pasado tras años de recesión y presenta ahora un producto interior bruto de nuevo en números rojos.