No ha habido sorpresas y, pese a algún intento de pacto de última hora, el Rey ha terminado la tercera y última ronda de consultas con la conclusión de que no hay ningún candidato que pueda salir adelante en la investidura, lo que aboca a España a unas nuevas elecciones el próximo 26 de junio.

Tanto el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, como el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, han comunicado a Felipe VI que ninguno cuenta con los apoyos necesarios para intentarlo, dando por hecha la convocatoria electoral.

Los partidos tendrán que afrontar ahora el desgaste de su incapacidad para aportar soluciones, concretado en el trance de someter a los ciudadanos a unos nuevos comicios, probablemente el 26 de junio, con el consiguiente coste económico.

Pero, ¿cuánto cuestan realmente unas nuevas elecciones a las arcas públicas?

En total, unas elecciones cuestan más de 160 millones de euros, 130 derivados de la organización y más de 30 por las subvenciones a los partidos tras los comicios.

Gastos de la organización de las elecciones

Según los datos facilitados por el Ministerio del Interior a Europa Press, el presupuesto de la maquinaria electoral para las generales de diciembre fue de 130 millones de euros.

Esta suma incluye los 48 millones de Correos (voto a distancia y envíos de los partidos), los 12,8 millones del escrutino y la difusión de los datos, otros 12,59 millones de logística (papeletas, locales, campañas de difusión) y 55,1 millones que se dejan las administraciones públicas en todo el proceso (por ejemplo, el despliegue de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado costó casi 13 millones).

Subvenciones a los partidos por los resultados

A este gasto hay que sumar el desembolso de Estado a los partidos por la constitución de unas nuevas Cortes Generales. En los últimos comicios, el Estado subvencionó a las formaciones por cada diputado o senador obtenido con 21.167 euros y abonó 81 céntimos por cada voto para al Congreso y 0,32 euros por los computados para el Senado. En total, se alcanza una cifra superior a los 30 millones de euros.

Gasto de los partidos

Una vez contabilizadas las subvenciones a los partidos derivadas del resultado de las elecciones, el desembolso de las formaciones en sus campañas no habría que computarlo estrictamente como gasto público específico para los comicios. Además, para sufragar esas cantidades, las fuerzas políticas cuentan con otro tipo de subvenciones, las destinadas a su funcionamiento anual, y con sus ingresos propios, como donaciones privadas de personas físicas.

En todo caso, el tope de gasto de cada partido en las elecciones está establecido en unos 13,5 millones de euros (37 céntimos por persona con derecho a voto).

Sin embargo, sólo PP y PSOE han sido capaces de acercarse a ese límite hasta ahora.