Nissan Motor y Mitsubishi Motors acordaron hoy comenzar a negociar para que la primera adquiera el 34 % de la segunda y se convierta en su mayor accionista en un momento en que Mitsubishi está salpicada por un escándalo de falseo de datos.

El presidente de Nissan, el francobrasileño Carlos Ghosn, explicó en rueda de prensa que esta alianza de capital ayudará a Mitsubishi Motors a recuperar la confianza del público.

Mitsubishi admitió en abril haber falseado los datos de consumo de combustible de 625.000 minivehículos vendidos en Japón y en el curso de sus investigaciones para determinar el alcance del escándalo ha afirmado también que estas prácticas se han extendido a otros modelos.

Durante la rueda de prensa celebrada en Yokohama (sur de Tokio) para presentar el acuerdo, el consejero delegado de Mitsubishi, Osamu Masuko, consideró que el plan supone un "hito fundamental" para que la empresa deje atrás este escándalo.

Ghosn y Masuko han considerado que el caso de las falsificaciones han generado un momento propicio para acordar la alianza y han asegurado que no ha habido ninguna presión por parte de las autoridades niponas.

"Mitsubishi es una empresa digna de recibir nuestra confianza. Creo que Nissan puede ejercer además un efecto positivo del mismo modo que Mitsubishi Motors puede ejercerlo sobre nosotros, ya que es una empresa muy potente por ejemplo en regiones como el sureste asiático o en modelos 4x4 o "pick-up"", añadió Ghosn.

La alianza llega en un momento en el que Mitsubishi desconoce el alcance de las indemnizaciones que deberá abonar a raíz del caso de las falsificaciones, ya que además de a miles de conductores podría tener que devolver ayudas del Gobierno nipón concedidas en virtud de los supuestos estándares medioambientales de los modelos afectados.

El anuncio de hoy hizo que la empresa de los tres rombos se apreciara un 16,16 por ciento en la Bolsa de Tokio y que Nissan perdiera a su vez un 1,44 por ciento de su valor.